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Ayudarían a empresas que se radiquen en parques y áreas industriales
Existen funcionarios del gobierno nacional convencidos de que esos lugares son un instrumento de planificación estratégica. Prometen dotarlos de infraestructura y servicios para que las firmas tengan mejores condiciones para transformar y agregar valor a las materias primas.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicitó otro programa más, el 8 de este mes, orientado a radicar empresas en parques industriales (PI) y áreas sectoriales. Con un presupuesto de 52 millones de pesos -30 millones no reintegrables para financiarlos y 20 millones para préstamos "blandos" para las firmas, con una tasa del 9,90% anual- supuso que mejorarán las condiciones de los 235 existentes, que generaron 200.000 puestos de trabajo, y los 59 en conformación, donde se prevén otros 50.000.

Según referencias oficiales, hay 6.500 firmas radicadas en esos lugares, el 90% pequeñas y medianas (pymes), en tanto los 59 por crearse albergarían a 1.650. De los 235 parques en funcionamiento, el 80% cuenta con financiamientos públicos (nacional, provinciales y/o municipales).

"En los últimos siete años la industria creció un 70%, lo que impulsó como nunca antes la demanda por espacios físicos donde radicar los establecimientos, por lo que el gobierno nacional creó este Programa Parques Industriales del Bicentenario, diseñado para que las empresas sean más competitivas y sustentables -publicitó Débora Giorgi, ministra de Industria y Turismo-. De esta manera se crea más y mejor empleo y se equilibra el desarrollo, agregando valor a cada una de nuestras economías regionales".

La cartera de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios ejecutará las obras de infraestructura externas (los tendidos de redes de gas, electricidad y agua y los accesos viales). En tanto, la de Industria y Turismo hará las internas (calles, cercos perimetrales y plantas de tratamiento de efluentes, entre otras) y, además, subsidiará las tasas de interés de los créditos para la radicación o ampliación de las pymes en dichos predios.

 

el inicio de los PI en Argentina

Los primeros proyectos de PI en la Argentina se conocieron en las décadas del 50 y el 60 del siglo pasado. En 1969 se inauguró el Centro Industrial Parque Oks (CIPO), en el kilómetro 36 de la Ruta Panamericana, del ramal Campana. Luego, en 1973, fue el turno del de Pilar. Ambos emprendimientos privados bonaerenses fueron encarados por el empresario Meyer Oks, cuando aún no existía una ley específica, y solucionaron problemas de radicación de las empresas que debían trasladarse desde zonas metropolitanas. La desconcentración hacia locaciones del conurbano o partidos cercanos se prolongó principalmente durante las dos décadas siguientes.

Después, en los 80, las propuestas similares tuvieron una gran expansión -incluso se reactivaron algunas existentes-, como consecuencia de las políticas de promoción industrial regional y sectorial, localizadas mayoritariamente en provincias con tradición fabril poco relevante. Sin embargo, gran parte de las aglomeraciones planificadas presentó bajos niveles de ocupación.

Hubo iniciativas oficiales para reorganizar la actividad, en especial para promover las zonas sin desenvolvimientos fabriles, y no faltaron inversiones privadas, por lo general alternativas inmobiliarias que intentaron contrarrestar los cuestionamientos a las presencias fabriles en zonas en las que predominaban los usos residenciales de los terrenos. Esto que ocurrió por los regímenes promocionales influyó para que los PI de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza quedaran marginados hasta la década pasada.

La reducción tributaria para las radicaciones en las provincias promocionadas (Catamarca, San Juan, La Rioja, San Luis y Tierra del Fuego, sobre todo en estas tres últimas), les confirió un atractivo mayor respecto de otras localizaciones.

En la actualidad, casi todas las provincias disponen de regímenes específicos que promueven tales inversiones, como relevó el Centro de Estudios para la Producción (CEP) de la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa de Industria y Turismo. Los beneficios difieren en cuanto a los incentivos, los plazos de vigencia y los sectores impulsados (ver cuadro).

Al mismo tiempo, ya gran parte de las provincias disponen de PI con las infraestructuras de servicios que necesitan las empresas.

Los funcionarios ahora involucrados están convencidos de que los PI resultan un instrumento de planificación estratégica que contribuye a la organización fabril, teniendo en cuenta la estructura sectorial, la actividad en general y la dimensión territorial. Si bien lo interpretan como un ámbito geográfico que abarca las relaciones sociales, políticas, económicas y culturales, debe tenerse en cuenta que en la Argentina surgieron asimismo por las ayudas para atraer inversiones otorgadas a las regiones atrasadas o no industrializadas.

En las últimas semanas, el distrito bonaerense de Berazategui anunció la creación de nueve PI -algunos privados y otros de gestiones compartidas entre el municipio y las empresas-, en los que los gobiernos nacional, provincial y local invertirán en total 500 millones de pesos para realizar autovías y accesos viales, el trazado y el mantenimiento de las calles, la iluminación, la seguridad y otros servicios. Allí se instalarían alrededor de 300 empresas, que a su vez aportarían 500 millones y generarían 20.000 nuevos empleos. Lo harían atraídas por las promesas del 100% de exención en las tasas municipales durante cinco años, siempre que el 70% de la mano de obra sea local, no realicen actividades contaminantes, reciclen los residuos y protejan el ambiente.

Curiosamente, las características del programa de marras fueron anticipadas en abril pasado por la ministra Giorgi a dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), donde trascendió que tuvieron buena recepción.

Pese a que el programa fue considerado "sumamente auspicioso" por la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), regional Buenos Aires, se advirtió que la reubicación exigirá "una erogación difícil de afrontar" y que "el otorgamiento del crédito no es suficiente para enfrentar una tarea de semejante envergadura". Por eso se planteó la necesidad de que el gobierno considere "la posibilidad de otorgar subsidios a las empresas que así lo requieran".

Mientras tanto en la provincia de Buenos Aires, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) y el Ministerio de la Producción organizaron el primer curso de formación para promotores y gerentes de los 60 parques y 29 sectores industriales que allí funcionan, con el propósito de ayudarlos a mejorar sus gestiones y previendo que, además, en lo que resta del año se incorporarán otros nueve.

 

Distintos criterios para definirlos

Por parque industrial (PI) se define la superficie geográfica delimitada y diseñada para el asentamiento de plantas fabriles en condiciones adecuadas de ubicación, infraestructura, equipamiento y servicios, con una administración permanente para sus operacio- nes.
Mediante esas instalaciones se busca ordenar no sólo los correspondientes asentamientos sino, además, desconcentrar las zonas urbanas y el conurbano, usar de manera adecuada los terrenos, proporcionar condiciones convenientes para que las actividades se desenvuelvan con eficiencia, estimular la creatividad y productividad y hasta coadyuvar las estrategias de desarrollo trazadas para las diferentes regiones.
La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) ya formuló definiciones en 1979. De las reseñadas en "El lugar de la industria. Los parques industriales en la reestructuración productiva y territorial de la región metropolitana de Buenos Aires", documento preparado por los investigadores Luis Esteban Briano, Federico Javier Fritzsche y Marcela Laura, pueden citarse las siguientes:
• El PI es "un terreno urbanizado y subdividido en parcelas, conforme a un plan general, dotado de carreteras, medios de transporte y servicios públicos, que cuenta o no con fábricas construidas (por adelantado), que a veces tiene servicios e instalaciones comunes y a veces no y que está destinado al uso de una comunidad de industriales".
• El área es "un terreno mejorado, dividido en parcelas con miras a la instalación de industrias y que se ofrece a la venta o en alquiler". Según la norma argentina, lo que denomina "sector industrial planificado" puede convertirse en PI luego de adecuarse la infraestructura para que cumpla con las condiciones establecidas.
• La zona fabril es "un simple solar reservado para la industria".
Además de estas definiciones, la Onudi clasificó los PI de acuerdo a distintos criterios:
• Ubicación: urbanos, semiurbanos o rurales.
• Tipo de actividad: especializada (dedicada a una en particular), compuesta (varias no relacionadas entre sí) y auxiliar (varias destinadas a una gran empresa).
• Origen y motivación: "De desarrollo o fomento" de los territorios donde se radican y "de dispersión o relocalización", en los que se instalan en forma predominante los establecimientos previamente localizados en otros sitios.
• Patrocinador: estatal, privado, privado con asistencia crediticia estatal. En la Argentina existe el mixto, no consignada por la Onudi, en el que participan organismos públicos y entidades privadas.



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