>
No problem
Dread Mar I llega hoy a Cipolletti con su reggae.

Eduardo Rouillet

 

Hoy a las 21 en Kimica, Ruta 22 km 1216, Cipolletti, la banda de reggae roots y lover Dread Mar I presenta su compacto "Vivi-en-do" . El juego de palabras que le da nombre apunta a afirmar la grandeza de vivir, pero en música. Al igual que en sus anteriores trabajos, Dread Mar I está acompañado por Adrián Romero en teclados, la guitarra de Alejandro Ramos, Fabián "Pigu" Loredo en bajo, el baterista Walter Aguirre, Lucas Colamuci en trompeta y el saxofonista Martín Gariglio, con la colaboración del trombonista Fabián Silva y Alejo Von Der Pahlem en saxo barítono.

Fiel a su línea de artista independiente, desde que inició su camino solista con el disco "Jah Guía", Dread Mar I no ha parado de ampliar su horizonte y cosechar seguidores.

Dread Mar I, Mariano Javier Castro (32), es un referente argentino del reggae roots y lover, junto al skinhead reggae y el dancehall, uno de los tres subgéneros de este ritmo jamaiquino, cuya denominación deriva de ragga, abreviatura de raggamuffin -en inglés, harapiento- usada para designar a los pobres de Jamaica, a los rastas y a los movimientos culturales de los barrios humildes. Para otras fuentes reggae proviene de la canción "Do the reggay" de The Maytals, donde reggay significaría regular o gente común y corrien-te. Algunos de sus intérpretes más conoci-dos son Bob Marley, Peter Tosh, Inner Circle, Jimmy Cliff, Bunny Wailer, Black Uhuru y Eddy Grant.

"Suenan bastante parecidos el roots y el lover. El primero es el reggae raíz, eso quiere decir root; la base del lover es muy parecida pero su letra es romántica. En realidad, yo hago reggae tradicional, clásico, el que hacía Marley y tantos artistas más. Me atrapó y no sé bien por qué. Cuando lo escuché por primera vez tenía once años. Conocía ya mucha otra música, con cierta conciencia, a Bauhaus, Sister of Mercy, Depeche Mode, Talk Talk, The Smiths, bandas muy radiales en esa época. Cuando me llegó el reggae y a medida que pasaban los años, empecé a dejar lo demás y fui consiguiendo cada vez más discos de música de Jamaica. El reggae es muy versátil. A Bob Marley lo escuchás cantando una letra supersocial, en una espiritual o una llena de amor. Permite que un mismo artista pueda hacer una canción combativa y otra muy dulce. Eso me interesa del género. Es tan abierto que todo puede caber en él", dice a "Río Negro".

-¿Qué devolución te hacen los que van a verte?

-Siento que encuentran en una persona común y corriente algo de todos los días, con un mensaje directo donde no hay mucho que pensar. Digo directamente lo que pienso, canto lo que siento sin mucha metáfora. Va por ahí? Eso hace más fácil entenderlo. Es para toda la gente. Alguien de corta edad o de muchos años puede comprender las letras? En los recitales pasa eso. La gente se va a divertir, no hay demasiado alboroto, la pasa bien, hay buena energía.

-Tenés una familia, un hijo...

-Implica también mucho tiempo de viaje bastante lejos de ellos. Pero es parte del juego y tratamos de ponernos de acuerdo con mi mujer, hacer todo entre los dos y darle para adelante. Cuando esté en el sur, nos estaremos comunicando todo lo posible, viendo cómo está, siguiendo su crecimiento a la distancia como ya me ha ocurrido. Es lo que me toca y él va creciendo entre los instrumentos. Mi mujer cantó coros en varias bandas de reggae. O sea que lo tiene medio incorporado. Ya no estoy solo, hay alguien que depende de mí, requiere de mi amor. Ya sé a quién le va a quedar todo, quién es el dueño real de todo.

Mariano vive hoy en Floresta, antes en Lanús donde su padre fue panadero y él jugaba entre la harina. "Por entonces no había casas de más de dos plantas en el barrio y me cuesta mucho meterme en medio de los edificios. Si alguna vez me pasa, voy a tener que aprenderlo. No es nada fácil. Acá, llama a atención, pero se juntan muchos pibes en la vereda, andan en skate, en bici, juegan al fútbol".



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí