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Brasil, principal destino de la pera
La calidad de la fruta almacenada .es clave. Una caja de peras de bajos calibres cotiza hasta seis dólares menos que una de tamaño 110.

Las estadísticas de frío muestran que, al cierre del primer cuatrimestre, las peras almacenadas en cámaras frigoríficas alcanzaban las 148.000 toneladas. La cifra refleja un crecimiento del 16% respecto de los niveles consolidados para la misma fecha del año anterior y del 20% cuando se la compara con la estadística del 2008.

Si se consideran los históricos de los últimos años se puede concluir que el comercio de peras a partir de mayo se divide en dos partes bien definidas. La primera de ellas comprende hasta fines de junio, período en el que la participación del mercado europeo "convive" con los envíos hacia Brasil y el mercado interno. En la segunda, que corresponde al último semestre del año, Brasil pasa a ser clave para la pera regional. Analizando los mercados y tomando como referencia la evolución que tuvo cada uno de ellos en el primer trimestre del año (ver infografía) se remarca:

? Las ventas a Brasil crecieron un 7% (aunque en abril y mayo este incremento comenzó a desacelerarse).

? Ultramar se desplomó un 28% en el primer trimestre (al cierre de mayo la estadística mostraba una caída del 15%).

? Las colocaciones en el mercado interno caen levemente.

Con junio ya iniciado y la temporada de ultramar en su etapa final, todas las miradas de los exportadores están puestas en Brasil, un destino con algunos desajustes macroeconómicos generados por la crisis en la Eurozona. (Ver recuadro)

¿Qué se puede decir de este mercado para la fruta importada? En principio, que está con buenos precios. Los últimos datos oficiales señalan que la economía creció un 8% en el primer trimestre, lo que es sinónimo de una demanda firme. Pero también es importante señalar que el consumidor brasileño (de alto poder adquisitivo) que paga por el producto exige calidad. La diferencia (FOB) entre una caja de peras de calidad y calibre y otra que no presenta estas características orilla los seis dólares, una brecha que marca el límite entre la rentabilidad y el quebranto que puede generar una caja de fruta.

De ahí que resulte clave conocer la calidad de lo que se está guardando. En principio, se sabe que tanto la Williams como la D´Anjou tienen problemas de calibre, no así la variedad Packham´s.

El manejo de los programas de venta es otro punto a tener muy en cuenta en la región. Si la oferta de peras que sale de las cámaras lo hace en forma desordenada, el mercado se puede complicar.

Las empresas del Valle, en general, guardan toda su fruta en función de la demanda potencial existente en destino, previamente acordada con los importadores u operadores locales. Esto permite, por lo general, "ordenar" y canalizar la oferta de tal manera que no se produzcan sobrestocks en destino, los que pueden terminar generando caídas finales de precios en el producto en góndola. Este año, con expectativas de baja cosecha, muchos productores guardaron su producto a la espera de una mejora de precios. Es importante que esta fruta también salga "ordenada" para que no termine afectando las cotizaciones en el mercado. Todo un dilema cuando los precios no responden a las expectativas de los productores. (R. C.)



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