Algo más de 40 millones de dólares se necesitan para solucionar definitivamente dos problemas de abastecimiento eléctrico en el sur de Neuquén y Río Negro. Uno es la creciente demanda en Bariloche, localidad turística por excelencia; el otro, el aislamiento del sistema interconectado nacional que desde siempre tuvo Villa La Angostura.

Y si bien todavía no está disponible el financiamiento ni siquiera para la primera etapa, se concretó un avance importante al ponerse de acuerdo las dos provincias, Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) y la Secretaría de Energía de la Nación sobre cuál es la mejor solución desde el punto de vista técnico-eléctrico.

El proyecto consiste en el tendido de una segunda línea de 132 kilovoltios (kV) desde Alicura, que correrá paralela a la actual hasta una estación transformadora en algún punto antes de Pilcaniyeu y desde allí continuará hasta lo que se conoce como Estación Brazo Huemul. En ese punto se conectaría con Bariloche por un lado y, con un rebaje a 33 kV, se seguiría por otro lado hasta Villa La Angostura con una línea doble terna.

El Plan Federal de Transporte II con el que se prevé hacer obras de este tipo en todo el país tenía un presupuesto inicial de 2.000 millones de dólares. "Hoy tiene fondos por apenas 120 millones de dólares, lo que no alcanzaría ni para hacer una obra por provincia", dice Alejandro Nicola, presidente del EPEN.

En Neuquén hay cuatro localidades todavía sin conexión al sistema nacional: Las Coloradas, Chorriaca, Villa Traful y Villa La Angostura. Sólo para esta última se destinan entre 16 y 18 millones de pesos anuales para hacer funcionar la central térmica alimentada a gas y gasoil que provee la electricidad. Según los cálculos, esto es cinco veces más de lo que se necesitaría con la interconexión en marcha.

"La obra se hace sí o sí"

El funcionario es optimista y estima que, ya sea con un financiamiento nacional o con la aparición de algún inversor, la obra se va a realizar. "Afortunadamente hay posibilidades de hacerlo en etapas y con la mitad del dinero, es decir unos 20 millones de dólares, y se puede dar respuesta tanto a Villa La Angostura como a Bariloche".

De esta manera, se dejaría para más adelante la segunda línea de 132 kV hasta el lugar de seccionamiento y la ampliación de la estación transformadora en Alicura.

Sólo habría que definir si se opta por seguir desde Bariloche a Brazo Huemul o llegar hasta allí desde el punto de seccionamiento de la línea actual.

Sin embargo, más allá de que el proyecto técnico esté definido, aún resta resolver varias cuestiones además del financiamiento. Una de ellas es el impacto ambiental, ya que todas las proyecciones se han hecho en oficinas y hay cuatro jurisdicciones involucradas: las provincias de Río Negro y Neuquén, Parques Nacionales y el municipio de Villa La Angostura.

"Nuestros ingenieros y agrimensores ya se encuentran recorriendo la zona para ir definiendo la traza definitiva", señaló Nicola. Es que en el terreno hay que resolver cómo sortear los accidentes geográficos y distintas instalaciones. Por lo pronto habrá que iniciar conversaciones con Camuzzi por un gasoducto, con Telefónica por una fibra óptica y con Vialidad por la misma traza de la ruta.

Finalmente, también queda por definir qué porcentaje del costo final les tocará solventar a los usuarios de cada provincial (ver cuadro). Desde el EPEN sostienen que, de acuerdo a los cálculos ortodoxos de los procedimientos, la mayor parte le corresponde a Río Negro (76%) y el resto a Neuquén, aunque admiten que si se elige la cuestión de la territorialidad (postes implantados en cada provincia) Río Negro tendría que pagar el 65 % y Neuquén el 35%.

Como no hay financiamiento asegurado, el comienzo de la obra es todavía una incógnita, pero en Neuquén confían en que, por lo menos, el proyecto ejecutivo será licitado en el transcurso de este año.