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Apuesta por el arte en su pago chico | ||
El subsecretario de Cultura analiza la actualidad local y provincial. Para él, la ciudad necesita un plan en el área adecuado al presente. Y sostiene que los procesos de cambio requieren diez años. | ||
Nació en el Sanatorio Allen el 31 de julio de 1958, cursó estudios primarios en la escuela 23 y secundarios en el Mariano Moreno. Fanático del fútbol, jugó en el Club Unión y cuando era estudiante universitario en el Club de sus amores, San Lorenzo. El actual subsecretario de Cultura de la provincia, el doctor Armando Gentili se considera un allense de pura cepa. Multifacético y apasionado, la pasión la pone allí donde hace: en su consultorio, en su atellier y galería cultural, en su trabajo y en algo que lo llena de orgullo: "El intendente Bracalente me nombró representante ante la Universidad de Río Negro para hacer todo lo posible para que Odontología viniese a Allen. Y lo logramos". Además, Gentili es artista plástico: "El artista empezó a crecer de chico. Primero con el dibujo, luego cuando era estudiante universitario y recién hace unos años encontré a mi maestro y empecé a estudiar con él en Buenos Aires: viajé todos los meses durante 5 años. Luego aproveché los viajes para recorrer museos, galerías de arte y analizar pautas de urbanismo. Me interesa cómo modifica un ambiente la existencia de una biblioteca, un museo, una sala de teatro, un cine", cuenta. Abrió la única galería de arte de Allen. Fue impulsor de la Fiesta Nacional de la Pera: "La conduje durante siete años. Esa es una historia muy particular. Allen vivía un momento político muy grave. La antesala de la revocatoria de Ulises Gentile, de crisis institucional importante. Yo sentí la necesidad de hacer algo. Todos teníamos que dar algo. Yo no tenía poder de convocatoria. Convencí a la gente de la Cámara de Comercio para que ellos convoquen. Armamos una agenda. Pediríamos a cada vecino que exponga en 15 minutos el tema. Y el que exponía iba a ser el líder de ese proyecto que consideraba importante presentar a su comunidad. Fue tal el entusiasmo que la primera reunión quedó gente afuera. Fue un jueves 10 de noviembre de 1997 en la Cámara de Comercio. Yo tenía un proyecto, recuperar la identidad del lugar: con una fiesta. Luego se puso en consideración fiesta de qué. Yo sabía que tenía que ser de algo vinculado a la fruticultura. Debatimos y consensuamos en que haríamos la Fiesta Nacional de la Pera", recuerda. Luego fue presidente del Concejo Deliberante. "Y tres veces intendente por ausencia del intendente electo. Casi estaba en la antesala de ser el candidato para la siguiente gestión, pero me ofrecen la subsecretaría de Cultura y dejé mi sueño de ser intendente de Allen". -¿Qué proyecto cultural tenía en mente? -Primero tuve que atravesar un derecho de piso, porque te metés en un área nueva, tenés que armar un equipo viniendo de fuera de la política y tenés que pensar y organizar en otra escala. Se sufre, porque tocás intereses, y yo he tocado intereses en los cambios que he dado en la política provincial. Obviamente partí de una idea: Tengo una concepción muy inclusiva de la política cultural. Y la cultura va desde la murga a la lírica. Agrego dos datos más: "necesidad y urgencia" La cultura no se hace para afiliados, se hace para todos. Y no se hace desde Viedma. -Al venir de la plástica, ¿en su gestión se prioriza esta expresión del arte? -Siempre fui proclive a lo nuevo, a aprender de todo. Y si bien soy artista plástico deseé ser un funcionario con una comprensión completa de todas las expresiones del arte. Teatro, cine, plástica, danza. Aunque te diría que donde puse el acento fue en el cine. En cuanto al territorio, puse los ojos en lugares como la Línea Sur, donde ponemos las obras en valor y ponemos las colecciones a la vista de todos al exponer de modo itinerante. En muchas localidades de la Línea Sur me dijeron que era la primera vez que un subsecretario de cultura los visitaba. Ya sabe-mos que es más fácil llevar arte a las ciudades más grandes, hay infraestructura; pero mi desafío estaba en llevarlo a los lugares don-de esos objetos de arte no habían ido nunca. Fui a municipios que necesitaban, demandaban, por ejemplo, ayuda para un coro, para una orquesta, para exponer obras. -¿Cómo ve a su localidad desde este cargo? -La mirada que hoy tengo de Allen desde Viedma es la posibilidad de construir desde una perspectiva provincial. Allen como parte de un todo y con su esencia, su particularidad. Y como vecino te diría que Allen tiene hacedores de cultura, pero creo que hoy se debe un plan de política cultural adecuado a su presente. Los procesos de cambio se hacen en unos 10 años y no debemos permitirnos dormirnos, porque en ese tiempo no sólo se pierde sino que se deja de hacer. Pero no hay que ser distinto borrando todo lo que está atrás, hay que innovar pero sin borrar la historia. Ser coherente. Yo puse una galería de arte en Allen, la primera y la única. Muchos me dijeron que estaba loco, pero siento que fui coherente. A mi ciudad le hace falta poner en relación a todos los que producen arte y cultura, ponerlos en relación mediante un proyecto cultural. -¿Qué importancia le da el Estado rionegrino a la cultura? -La Subsecretaría de Cultura de Río Negro es un lugar para construir, pudimos ponerle la proa a la política de cultura. Ahora hay que consolidar ese proyecto. Lo que se ha hecho es extraordinario. Impusimos concursos. Fijate que eso es una gran cosa, aunque a muchos no les guste. La cultura es materia transformadora: primero hay que entender la dimensión política de la cultura, una vez que la entendés en esa dimensión, tenés que ver a la cultura como generadora de recursos y como acceso al capital social del ser humano. Y desde el punto de vista del Estado, tiene que estar con un proyecto para cada uno de esos actores de la cultura, que secundariamente genera recursos. Un encuentro de coros, un encuentro provincial en Las Grutas... Los aspectos social y económico no se contraponen. Se invierte en infraestructura sanitaria, educativa, pero hay que potenciar la inversión en infraestructura para la cultura. Hay que generar espacios para la cultura. Chile tiene una experiencia interesante, proyectos para ciudades de hasta 50.000 habitantes tienen centros culturales multipropósito. Hay que crear esos puntos de encuentro sociales. |
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