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´La mochila se ponía pesada´
Jonatan Castellano, el flamante ganador del TC, no pudo contener las lágrimas después de su gran conquista en Rafaela. ."Le agradezco a mi viejo", aseguró.

Después de sobrevivir a la avalancha de festejos y felicitaciones por la primera victoria en el TC, Jonatan Castellano le dio paso a la reflexión y lo primero que aseguró fue señalar que "la mochila se ponía pesada".

"Le agradezco a mi viejo todo lo que hizo por mí. Este triunfo se lo merece más que nadie, es todo para Oscar. Su apoyo fue total, su trabajo es incansable, menos mal que pudimos ganar porque la verdad, la mochila se ponía pesada", muy pesada, expresó el "Pinchito" con lágrimas en sus ojos.

Luego agregó que "desde que gané la última vez en el TC Pista que no tenía una alegría semejante, aunque esta tiene un valor agregado. Es difícil explicarlo, lo estoy disfrutando porque ganar en Rafaela es especial, encima porque le cae muy bien a la marca. Acá, hace dos años, salí tercero y supe lo que es subir a un podio en este circuito".

"Se hizo rogar tanto, tuvimos el auto un montón de veces y, por fin, se dio en este circuito, que es el templo de la velocidad en el automovilismo argentino", comentó Castellano.

Acerca del desarrollo de la prueba, Jonatan afirmó que "tenía un gran auto, por eso lo salí a buscar de movida. En las últimas vueltas, cuando comenzó a llover no lo podía creer, me preguntaba ¿otra vez a mí?".

También, el brillante ganador en Rafaela se refirió al momento dramático que se vivió en los momentos previos a la largada cuando se venía la lluvia y le dio paso a la angustia de jugarse por las cubiertas lisas o las de agua.

"En ese momento esperé la decisión de mi viejo, el fue el que esperó y finalmente optó por las gomas lisas y acertó. Pero realmente, esa situación no me gustó para nada", precisó.

-¿Te preocupó tanto el tema de la lluvia?

-Es que en la última prueba con lluvia no nos fue muy bien, yo aseguraría que mal. Igual evolucionamos tanto el equipo como yo, por lo que estábamos confiados, pero con piso húmedo todo cambia, por lo que encaramos la final con mucho cuidado, tratando de no cometer excesos que nos pudieran sacar de la pelea por el triunfo.

-¿El auto fue contundente tanto a la hora de acelerar como para doblar?

-Nosotros esperábamos que el fuerte del auto fuera la velocidad en las rectas, que llegó a los 269 kilómetros por hora, pero la diferencia la hicimos en las curvas.

-¿Ahora a pensar en el título?

-No. Este es un primer paso. Saldamos una cuenta pendiente. A partir de la próxima prueba habrá que apostar a la regularidad para sumar muchos puntos y llegar bien a la Copa de Oro, recién en esa instancia decisiva se puede hablar de pelear por el título.

-¿La próxima es en Posadas, qué puede pasar?

-Vamos a tener que trabajar mucho, porque tendremos lastre y no es un circuito de alta velocidad.

-¿El auto es uno de los mejores de la categoría?

-No. Están todos muy parejos, basta con mirar los tiempos de una clasificación.



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