Si bien parece una costumbre, algo que sucede todos los años, este nuevo título del Inter tiene un sabor dulce por varias cuestiones. Es que el club que preside Moratti ahora superó por una corona a su clásico rival Milan, pero además la vuelta olímpica llegó después de sufrir bastante durante las últimas fechas y de derrotar mano a mano a la Roma, que finalmente se quedó con las manos vacías.

La última jornada del Calcio italiano estuvo cargada de emociones. El Inter padeció en su visita al Siena e incluso en el entretiempo el equipo romano era el virtual campeón. Pero fue otra vez una conexión argentina la encargada de hacer festejar el conjunto de José Mourinho, cuando a los 12 minutos del complemento Javier Zanetti habilitó a Diego Milito y el letal artillero criolla no perdonó.

Hasta el gol de Milito, sin embargo, los interistas temieron durante muchos minutos perder un título que pensaban asegurado.

La mejor oportunidad visitante en la primera mitad la tuvo Mario Balotelli, pero el remate del delantero de 19 años fue al travesaño.

Mientras el arco del Siena parecía cerrado, en Verona la Roma se adelantaba 1-0 a los 39 minutos con gol de Mirco Vucinic y sentenciaba prácticamente el partido con el 2-0 poco antes del descanso por medio de De Rossi.

Por eso es que el gol del delantero argentino fue casi como una liberación para los de Mourinho. Jugadores y el cuerpo técnico celebraron el tanto de forma frenética, mientras a 500 kilómetros, en Milán, la alegría explotó entre los fanáticos.

El título número 18 para el Inter es incluso más dulce, porque supone adelantar en la lista a su gran rival, el Milan, con el que hasta ahora estaba igualado.

La Roma tendrá que conformarse esta temporada con el papel de segundón, después de perder también la final de la Copa Italia ante el Inter de Milán, también con gol del infalible Milito.

Con Walter Samuel, el Cuchu Cambiasso, Zanetti y Milito entre los titulares, el Inter está a las puertas de una campaña de ensueño si gana el sábado al Bayern Múnich en la final de la Champions en Madrid. Los alemanes, sin embargo, también aspiran a la triple corona, pues ya son campeones de la Bundesliga y la Copa alemana.