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Mariano Altuna salió victorioso del clásico de Roca, que por momentos se transformó en una verdadera batalla, y se convirtió en el tercer ganador diferente en el TC 2000. Matías Rossi y Martín Basso completaron el podio. Ante más de diez mil aficionados, el neuquino Francisco Troncoso demostró toda su jerarquía y terminó en un memorable cuarto lugar. (Ver aparte).
La prueba se definió con una maniobra que trajo polémica, porque el "Monito" llegó adelante después de tocar de atrás al "Negro" Basso, quien lideró buena parte de la final.
El toque preciso del piloto del Honda New Civic del equipo Petrobras hizo que el líder perdiera velocidad. Eso le permitió a pasar al primer puesto. Una vez adelante, imprimió un ritmo veloz que le permitió ganar con comodidad. Ni siquiera se inquietó cuando la carrera se neutralizó a poco del final por el despiste de Facundo Ardusso.
Con esta polémica maniobra, que desató la protesta del equipo oficial Ford, Altuna celebró su primer triunfo en la escudería de Víctor Rosso y Leo Monti, a la que se sumó en este certamen.
La prueba clasificatoria la ganó Basso, después de una entretenida disputa con Emiliano Spataro, quien largó desde el mejor lugar, mientras que Mariano Altuna terminó tercero.
En la final, se volvieron a encontrar Basso y Spataro, sólo que esta vez el "Negro" largó por la cuerda y "Emi" por el sector externo.
Basso largó adelante, pero Spataro lo emparejó por afuera en la curva uno y a punto estuvo de volcar cuando se montaron las ruedas del Fiat Linea con las del Focus. En este incidente, "Emi" cayó al quinto lugar, lo que fue bien aprovechado por Altuna, Juan M. Silva y Troncoso.
Las primeras vueltas demostraron que la historia iba a ser diferente para Basso, quien en la clasificatoria había edificado una gran diferencia con sus rivales.
La primeras vueltas lo mostraron a Basso adelante, pero teniendo que apelar a todo su oficio para aguantar a Altuna, quien en la décima llegó a igualar al líder, pero se quedó con las ganas.
Después llegaría el segundo intento, el del citado y polémico toque que cambió el rumbo del clásico roquense. Altuna golpeó de atrás al Focus de Basso, moviéndolo lo suficiente para meter a su Honda por la cuerda.
En la misma maniobra se quedó meter Silva, pero su Renault Mégane se enganchó con el auto de Basso y la segunda posición la heredó Matías Rossi, ganando dos lugares en pocos metros. El "Negro" quedó tercero y el "Pato" Silva tuvo que abandonar.
A siete vueltas del final, el ingreso del auto de seguridad por el despiste de Facundo Ardusso le dio otro atractivo a la prueba, porque la definición sería a todo o nada.
Altuna no le dio opciones a Rossi y enseguida estiró las diferencias, lo mismo hizo el "Granadero" con Basso.
El último golpe de escena de la prueba no se produjo adelante, sino en el pelotón que más espectáculo dio en la final. Mariano Werner y José M. López peleaban el séptimo lugar. Llegaron al retome y Emanuel Moriatis intentó superar a los dos, pero se pasó y se llevó puesto a "Pechito".
El certamen quedó al rojo vivo. López perdió varias posiciones que había ganado con esfuerzo. Llegó undécimo y mantuvo la punta, aunque con un punto de ventaja sobre Rossi. El clásico de Roca quedó otra vez para Honda, esta vez de la mano de un "Monito" súper veloz.