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El surtidor financia la suba del precio interno del petróleo
La nafta cuesta hasta un 70% más que en el 2008 el barril de crudo ya se paga a u$s 49,5 en Neuquén. A diferencia de lo que ocurrió en otros tiempos, el gobierno nacional parece mirar para otro lado cuando las petroleras no integradas pactan valores superiores con refinadoras sin producción. 

Lo que no ocurrió en un escenario de precios internacionales altos está pasando ahora que el crudo parece estabilizarse en cotizaciones mucho más bajas, porque de a poco pero constantemente en los surtidores las naftas y el gasoil cuestan cada vez más, lo que empuja para arriba la remuneración interna del petróleo. En dos años, los valores de los combustibles líquidos se incrementaron hasta un 70%.

Los pequeños pero constantes aumentos que ha tenido el precio interno del barril de petróleo desde comienzos de año significan, en principio, una buena noticia para la provincia del Neuquén. Es que por cada dólar de aumento en la cotización del crudo -a los actuales niveles de producción- ingresan 2.000.000 de pesos adicionales de regalías por mes.

Neuquén espera aún el momento en el que una decisión de este tipo en el mercado doméstico del gas no genere tantas reacciones. En el 2009 tuvo esperanzas de que en el segmento residencial las tarifas crecieran -con los cargos para los grandes consumos que debieron ser suspendidos por la queja de los usuarios-, pero en el 2010 las señales del gobierno nacional no van en el mismo sentido, seguramente porque los costos políticos que se pagaron por esa decisión fueron muy altos.

Para mejorar los precios internos del gas -muy inferiores a los de importación-, como quiere Neuquén, no hay muchas alternativas: alguien debe pagarlo y si no es el mercado es el Estado vía subsidios, como ocurre con muchos servicios públicos. (Ver aparte)

El año pasado el precio promedio del barril para el mercado interno fue de 45,6 dólares mientras que en la actualidad ya se está comercializando a 49,5 dólares.

El rumbo lo han marcado últimamente los contratos entre Esso y Shell (sin producción propia) con Pan American Energy (que no procesa su crudo) en la cuenca del Golfo de San Jorge, que guarda las mayores reservas del país.

La expectativa del gobierno provincial es que estos aumentos continúen durante el 2010 hasta llegar a los 52 dólares y que en un futuro no muy lejano por el barril se paguen 55. Esto no sólo implicaría un ingreso mayor por regalías sino también una reactivación de las inversiones para llevar el nivel de actividad en el sector a los registrados con anterioridad a la crisis mundial.

La contracara de estos aumentos es que ya fueron trasladados a los precios de los combustibles. Al contrario de lo sucedido recientemente, esta vez el gobierno parece haber dado un visto bueno tácito y no intervino para frenarlos. En consecuencia, el litro de nafta súper cuesta en Neuquén 4 pesos y superó holgadamente la paridad con el dólar.

 

UNA POR UNA

Siempre tomando en cuenta los precios de YPF, que concentra el mayor porcentaje de ventas, el litro de nafta súper pasó de costar 3,17 pesos en abril del 2009 a 4 pesos en la actualidad, con un incremento del 26%. Si la comparación es con abril del 2008 se advierte que la suba verificada fue del 69%.

Podría decirse que los precios de los combustibles superaron ampliamente los niveles de inflación, y no sólo la que mide de manera cuestionable el Indec sino también la que surge de estudios privados que suelen ser la contracara del organismo oficial.

En el caso del gasoil el incremento fue aún superior: del 37% en un año. Las naftas premium se venden un 25% más caras que hace un año. En los tres casos las subas más pronunciadas se dieron desde en el último mes.

El caso de Neuquén es paradójico ya que, a pesar de que YPF tiene una refinería en Plaza Huincul, cobra en surtidor uno de los precios más caros del país, exceptuando las localidades ubicadas al sur del Paralelo 42º, donde hay promoción fiscal.

La misma nafta súper que en la región se paga a 4 pesos el litro en la ciudad de Buenos Aires se consigue a 3,50 pesos. Y, si bien siempre hubo una diferencia, la brecha se fue ampliando: la diferencia de precios es del 14%, mientras que hace un año era del 10,4% y en el 2008, del 7,4%.

La explicación que dieron voceros de YPF es que no pueden poner los precios más bajos que los de Shell, Esso o Petrobras porque acapararían todas las ventas e incurrirían en prácticas monopólicas del mercado, además de no dar abasto con el stock. También aluden a que el mercado porteño es mucho más competitivo, a tal punto que estaciones de servicios de la misma bandera tienen precios diferentes.

Lo ciertos es que este año el gobierno nacional tendrá que tomar una decisión: o sigue permitiendo que los precios se trasladen al surtidor y las provincias productoras reciban más regalías y mengüen sus constantes reclamos o interviene para evitar las subas de combustibles, que a la corta o a la larga generarán aumentos en los costos que se trasladan a los precios.




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