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El gas debe esperar

En el gobierno neuquino ya saben que este año -y seguramente mucho menos en el 2011- no habrá aumentos en la tarifa del gas dirigido a los hogares, ya que el gobierno mantendrá su política de subsidios. A la administración de Sapag le preocupa el dinero que no entrará por regalías, pero sobre todo sabe que, con estos valores, aun contando los precios Plus, la mejora de las inversiones y la reactivación de los yacimientos son muy difíciles. "Teníamos expectativas de un aumento del valor en boca de pozo", se lamentó el subsecretario de Hidrocarburos Héctor Mendiberri. "Esto nos perjudica no sólo por el dinero que dejarán de recibir las arcas provinciales sino porque con esta ecuación es muy posible que las inversiones se direccionen hacia otros países", aseguró.

El precio del gas está segmentado: si está destinado al sector residencial se pagan 0,73 dólares el millón de BTU, si es para GNC el precio es de 1,30 y para las usinas que generan electricidad el costo del gas asciende a 2,30, mientras que para el sector industrial llega a los 2,60 dólares. El mejor precio es para el gas de exportación, que se vende a 11 dólares, pero la escasa disponibilidad hace que hoy se destinen a Chile apenas 300.000 metros cúbicos diarios.

El precio promedio al que se vende el gas neuquino es de 2,10 dólares el millón de BTU. Desde la provincia creen que un valor ideal -para yacimientos convencionales- debería ubicarse en torno a los 3,50 dólares. Sostienen que eso reactivaría el sector e impulsaría a las empresas a realizar trabajos de exploración. "Esto se necesita en forma urgente porque la producción de gas viene cayendo en forma sostenida a razón de un 8% anual", argumenta Mendiberri.

Pero ese aumento promedio se lograría sólo si subiera la tarifa residencial, la de los hogares.

En la subsecretaría sostienen que el gas en arenas y arcillas compactas que hay en la cuenca es de por lo menos 21 trillones de pies cúbicos, es decir, como dos yacimientos Loma de la Lata en condición original. Pero para que se puedan transformar en reservas primero necesitan un precio.

Es que los costos de extracción son mucho más elevados y se estima que no podría venderse a menos de 5 ó 6 dólares por millón de BTU; es decir que las operadoras tendrán que encontrar primero un comprador que esté dispuesto a pagar ese precio.

"Este esquema no es sostenible en el tiempo, sobre todo en un país que tiene una matriz energética altamente dependiente de este insumo. Tampoco se puede subsidiar el consumo alocado de mucha gente".

Para el funcionario, el que el gas esté barato hace que se consuma en forma irracional. "El usuario siempre piensa que paga mucho, pero mientras tanto tiene altas temperaturas en los ambientes, abre ventanas con calefactores prendidos o tiene su vivienda con escasa aislación. Mientras tanto paga otros servicios -como la televisión por cable- que son mucho más caros sin protestar".

Mendiberri dijo que la subsecretaría ya sugirió a Nación la aplicación de tarifas planas para que el usuario no abone valores tan bajos en los meses de verano y en invierno, cuando se registra un mayor consumo, no se sienta tanto en la boleta.



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