La dueña de la marca de bananas Chiquita fue demandada en EE. UU. por cientos de familias que aducen que sus parientes fueron secuestrados y asesinados después de que la compañía ayudara a grupos paramilitares en Colombia. La querella entablada en un tribunal federal en West Palm Beach, estado de Florida, representa a más de 240 personas que fueron víctimas de la violencia.

Los afectados y familiares de éstos, usando una ley de 1992 que permite a los estadounidenses demandar a firmas de ese país por muertes vinculadas con el terrorismo en el exterior, argumentaron que la compañía ayudó y fue cómplice en los asesinatos y proveyó apoyo material y recursos a terroristas. La compañía fue multada con 25 millones de dólares tras declararse culpable -en marzo del 2007- de entrar en transacciones con un grupo terrorista y pagar a milicias paramilitares colombianas 1,7 millones de dólares de 1997 al 2004. (Fuente: republica.com.)