Semanas atrás, en estas mismas páginas adelantábamos cómo la fruticultura regional reorientaba su oferta exportable cuando se comparaban los volúmenes destinados a los mercados durante la presente y la pasada temporada.

Allí se observaba que Rusia volvía a tener un rol esencial en los embarques regionales, que hacia Estados Unidos y el norte de Europa se exportó menos fruta y cómo el Mediterráneo mantenía sus proporciones sobre las compras adquiridas.

El otro dato relevante -detallado en un informe dado a conocer a inicios de mes- fueron las expectativas que pusieron los exportadores en Brasil, lo que determinó que mucha fruta (en proporción a años anteriores) se destinara a las cámaras frigoríficas buscando de esta manera "apostar" a las góndolas brasileñas y el mercado interno durante el segundo semestre del año.

Este nuevo informe complementa los escenarios mencionados con anterioridad, aportando datos claves sobre el desarrollo comercial de las principales empresas regionales.

En principio la estadística aquí volcada muestra cómo es que sólo en algo más de una década se modificaron los destinos del Valle.

Intentemos descifrar algunas de estas estadísticas que nos permiten interpretar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos en materia de comercio exterior dentro de la fruticultura regional.

* Tal como se destaca en una de las infografías adjuntas (Cambio de tendencia), durante el primer trimestre de la temporada 2000 tres países europeos (Bélgica, Holanda e Italia) concentraron el 61% del total de la oferta exportable del Valle hacia ultramar. En la presente temporada estos destinos representan sólo el 37% del total de los envíos.

* En el primer trimestre de este año aparecen Rusia y Argelia como dos destinos preferenciales para la fruta del Valle de Río Negro y Neuquén. Entre ambos, concentran hoy el 39% del total de la oferta exportable hacia ultramar. Hay que remarcar, en este sentido, que ambos destinos tienen muy pocas exigencias sobre la fruta que compran. Sin embargo, todo tiene un límite. Este año, los problemas observados en el mercado ruso se debieron, entre otros puntos, a la gran cantidad de peras de bajos calibres que se orientaron desde el Valle hacia este destino.

* Las estadísticas al 30 de marzo de 2000 muestran que los embarques regionales hacia los mercados de ultramar estaban orientados de la siguiente manera: 72% a países de Europa occidental, 21% al mercado norteamericano y el resto hacia una diversidad de países, entre ellos Rusia, con una participación que no llegaba al 4% del total de las colocaciones. Argelia, en aquel entonces, no compraba fruta a la Argentina. Una sencilla cuenta nos detalla que el 93% de la oferta exportable del Valle estaba en aquel entonces destinada a mercados desarrollados de alto poder adquisitivo.

* Los datos del primer trimestre del 2010 muestran una realidad totalmente distinta. Los mercados de Europa y Estados Unidos, exigentes en lo que respecta a calidad y sanidad, representan hoy sólo el 55% de las exportaciones hacia ultramar. Es decir, casi 40 puntos menos que hace sólo once años atrás.

* Algo que llama la atención es la evolución que muestra Estados Unidos respecto de las compras que realizan al Valle. A principios del 2000 la región exportaba alrededor de 50.000 toneladas de peras y -en muy menor medida- manzanas hacia este destino. En el 2010, las estadísticas muestran que -al 30 de marzo- esa cifra cayó a sólo 13.000 toneladas. Tomando el crecimiento de demanda en este importante destino y el crecimiento para la pera y manzanas en estos últimos once años, se estima que los empresarios valletanos perdieron mercado en los Estados Unidos por algo más de 40.000 toneladas de pomáceas en manos de terceros países.

* Otro de los datos que sale de esta estadística, y que preocupa de manera sensible, es que el puerto de San Antonio -la principal salida de nuestros productos hacia los mercados de ultramar y siempre hablando del primer trimestre del año- exporta hoy 30% menos que en el 2000. En valores absolutos esto significa unas 50.000 toneladas menos en el período mencionado. Aquí también se observa un claro cambio de tendencia, que se debió, en gran proporción, a la aparición de los containers en el mercado de transportes marítimos.

* Como dato positivo se puede remarcar el crecimiento de los destinos de la oferta exportable en este período de análisis. La estadística consigna en este sentido que en el 2000 esta llegaba a sólo 16 mercados mientras que este año fueron 36 los destinos alcanzados, siempre hablando de ultramar. El crecimiento se debió, en parte, a la aparición de los containers en el mercado.

Conclusión

A simple vista está claro que hay un cambio importante sobre los destinos del Valle en esta última década. La competencia en los mercados desarrollados, en especial en Europa occidental y Estados Unidos, llevó a los exportadores regionales a buscar nuevos destinos para nuestras frutas.

Los cambios fueron hacia mercados poco desarrollados, de riesgo y fuertes desequilibrios macroeconómicos (comparándolos con los primeros). Así la matriz comercial viró hacia Rusia y Argelia (por nombrar dos países emblemáticos del cambio), que están concentrando hoy cerca del 40% del total de las ventas hacia ultramar. Todas las empresas han mostrado este cambio de tendencia. Inclusive aquellas multinacionales que tienen fuertes compromisos con sus casas matrices en el Viejo Continente.

Para varios de los ejecutivos consultados, es una forma de mejorar nuestra competitividad.