Todo el mundo ya habla de la inflación. Esta semana el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey (K), salió también a criticar la inacción existente para detener la corrida de precios. Pese a que desde el gobierno se sigue negando este flagelo, en forma implícita ésta se acepta con las contestaciones que salen desde la Casa Rosada. El ministro Randazzo confió que no se va a enfriar la economía para detener la inflación. De esta manera hizo una aceptación implícita, inclusive cuando responsabiliza a los empresarios y monopolios por la suba de precios y exculpa al gobierno por la presencia de la inflación. Está claro que el gobierno no desea encontrar una solución al problema.