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Cipolletti tocó fondo
El Albinegro jugó un muy mal partido, cometió muchos errores y fue goleado 4-1 por Villa Mitre.

Lejos de iniciar la recuperación, Cipolletti jugó aún peor que en los partidos anteriores y recibió una goleada (4-1) de un Villa Mitre que venía último. Los de Domingo Perilli fueron un cúmulo de errores y el sueño de clasificar al pentagonal es cada vez más lejano.

Con esta derrota, el equipo de Domingo Perilli acumula tres caídas consecutivas (cuatro en los últimos cinco partidos) y las dudas sobre el futuro son cada vez más mayores.

Ahora algunos jugadores parecen haberle encontrado una explicación al flojísimo momento que atraviesa el equipo: el cansancio físico. (ver aparte)

La diferencia que hubo entre ambos equipos fue muy evidente. Cipolletti no dejó errores sin cometer, tuvo escasísima dinámica en el medio y nula creación de tres cuartos hacia adelante. Fue una tarde tan mala que hasta erró un penal en el primer tiempo que podría haber sido una inyección anímica para intentar la heroica.

Al minuto el local dio una señal que iría rápido en busca de su presa, que de arranque se mostró débil. En el primer ataque tuvo que aparecer Raúl Ruiz para evitar la ventaja tras una mala salida de su defensa.

La endeble resistencia cipoleña aguantó hasta el primer cuarto de hora cuando Rodrigo Sánchez mandó a la red un centro que llegó tras una contra furiosa.

El Albinegro ya era un caos, y se percibía que si el local quería, lo podía golear.

A los 28 el Tanque Iván Agudiak amplió la diferencia cuando recibió un pase por arriba y en soledad definió cruzado sin que el "Oreja" pudiera hacer nada.

Cuatro minutos después llegó el 3-0. Los jugadores de Cipolletti se quedaron reclamando una supuesta mano y Alan González aprovechó para sacar un fuerte remate que se clavó en la red.

Enseguida apareció Ruiz para evitar el cuarto y a los 38 el árbitro cobró penal para el visitante. El Loco Padua se lo pidió a Cristian Martínez, pero el delantero no pudo con el arquero Cabral.

La chance desperdiciada caló aún más hondo en un ánimo que ya estaba por el suelo y de milagro no se fue al vestuario con una desventaja mayor.

La imagen del complemento fue la misma y el local llegó al cuarto cuando Iván Agudiak le ganó la posición a Medina, le dio un preciso pase a Sánchez que acomodó el pie y clavó el 4-0.

Carou, con la complicidad de Cabral, puso el descuento con un remate de larga distancia.

Lo que quedó de partido estuvo de más y sólo sirvió para que Cipo regrese más preocupado de lo que se fue.



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