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Nación amenaza con menos federalismo | ||
Sapag y saiz cierran filas detrás del kirchnerismo a cambio de más fondos. | ||
La ofensiva del Ejecutivo nacional para alinear a los gobernadores ingresa en una etapa crucial. La pelea es, sin dudas, desigual. Con sus finanzas públicas en estado crítico y un escenario político complejo de cara a los próximos dos años, muchos mandatarios provinciales se consideran obligados a cerrar filas junto a los Kirchner. Jorge Sapag y Miguel Saiz se encuentran en ese pelotón aliado al gobierno y esta semana exigieron a sus legisladores que rompieran con sus principios, con su conducta, en pos de la gobernabilidad de sus provincias. "No hay margen para abrir hoy un frente con la Nación", aseguró un funcionario neuquino en un intento de justificar la subordinación incondicional a la que se somete la provincia. El tema de debate fue la coparticipación del 100% del impuesto al cheque. Pareciera que el uso de la palabra "gobernabilidad" permite, entre otras cosas, aceptar sin reacción alguna el desprecio del gobierno central por el federalismo. Nos encontramos con nuestros gobernadores paralizados ante el temor a recibir represalias del matrimonio Kirchner. Pensar distinto es sancionado con menores transferencias hacia las arcas provinciales. En esta perversa relación, ¿qué es lo que ganan los gobernadores manteniéndose incondicionales al matrimonio Kirchner? La lógica política indica que van por mayores fondos, pero la dependencia del poder central se acentuará si no existe un cambio en las reglas de juego. Paradójicamente todos son conscientes de que con este modelo económico sus arcas, cada año que pasa, sufren las transferencias discrecionales y todos los meses son ellos los que deben "juntar orina" en los pasillos de los ministerios K para que se liberen los fondos que necesitan para sostener su gobernabilidad. Todos los mandatarios esgrimen sus críticas frente a este escenario, pero no existe voluntad para confluir en el cambio estructural que el modelo necesita para que resurja el federalismo que impone la Constitución. ¿Qué los lleva a inmolarse de esta manera? Analicemos el emblemático caso neuquino. * Desde el punto de vista económico, en los dos primeros años de gestión (presupuestos 2008-2009 cerrados) con el manejo discrecional de los fondos y la intervención del mercado energético la administración Sapag cedió recursos a la Nación por un piso de 4.800 millones de pesos. (Ver recuadro "Los fondos...") En el mismo período, el matrimonio Kirchner "compensó" a la provincia con transferencias de fondos discrecionales (corrientes más capital) por algo más de 500 millones de pesos (presupuesto 2008-2009 ejecutados sin computar el PAF). Esta última cifra no contempla, obviamente, las promesas de obras que fueron ingresadas oportunamente al presupuesto nacional pero nunca efectivamente transferidas a las arcas de la provincia. A simple vista, uno arriesga señalando que la Nación sólo devolvió el 10% de los recursos que toma anualmente de la provincia. Con esta contundente estadística se caen los argumentos que avalan las virtudes de mantener una asociación estratégica entre Neuquén y el gobierno nacional, por lo menos al analizar el tema en defensa de los intereses de la provincia. Pero la lógica del gobernador Sapag va contra estas estadísticas: este año redobló su apuesta a favor del matrimonio Kirchner o, lo que es lo mismo decir, al modelo no federal que impera en el país. Hacia adentro del gobierno no todos están de acuerdo con esta estrategia. En más de una oportunidad se escuchó a la vicegobernadora Pechen levantar su voz contra la discrecionalidad que aplica la Nación. En esta misma línea se enrola el diputado nacional José Brillo, quien recorre los estudios de los distintos referentes políticos explicando la situación neuquina. * Desde el punto de vista político, esta relación carnal con el oficialismo puede tener varias lecturas. Una de ellas es que Jorge Sapag buscaría consolidar su poder con la reelección en el 2011 y para ello es imprescindible tener el aval del kirchnerismo. "Pregúntenle a (Miguel) Pichetto qué le pasó con (Miguel) Saiz en la última elección", ironizó un alto funcionario del sapagismo en conversación con este diario. Otra es la posibilidad de impulsar una alianza política entre los K y el MPN para las próximas elecciones presidenciales dejando abierta así la ilusión de los millones prometidos por el matrimonio presidencial para la región que hasta ahora siguen siendo sólo eso: promesas. Referentes políticos del MPN avalan esta posibilidad y pujan internamente para que se convierta en una realidad. Pareciera, entonces, que cualquier opción que Jorge Sapag quiera consolidar en el plano político hoy está atada a los Kirchner. De ahí que no exista margen para un cambio de rumbo pese a los más de 2.000 millones de pesos que cede anualmente la provincia a la Nación a cambio de nada, o los "sapos" que debe tragarse el gobierno al entregar un importante negocio para la región como es el caso de la construcción de Chihuido I a dos empresas K. Las posibles salidas para las provincias El déficit consolidado de los estados provinciales para el 2010 se ubicará en torno a los 14.000 millones de pesos, cifra cerca de un 50% por encima del cierre del 2009. Desde el gobierno nacional se estudian dos alternativas para que los gobernadores puedan pasar el 2010-2011 sin grandes sobresaltos. • Emisión de deuda. Para el segundo semestre del año se espera que la Argentina pueda salir del default, lo que les permitiría a las provincias volver al mercado voluntario de deuda. Datos consignados por el matutino "El Cronista" destacan que ya existen más de 2.000 millones de dólares listos para emitir. Buenos Aires, Córdoba, CABA, Santa Fe y Chubut salen en punta. Neuquén está en condiciones de alinearse al pelotón. Sus indicadores macroeconómicos le permiten salir a tomar deuda, tal lo confirmado por una importante consultora porteña que asesora a la administración Sapag. En el caso de Río Negro el tema es algo más complicado, aunque no se descarta la posibilidad de salir a colocar títulos con garantía de regalías. • Pacto fiscal. El otro punto que están estudiando en las oficinas del ministerio liderado por Amado Boudou es la aplicación de un nuevo pacto fiscal. La idea, ya implementada en la era Cavallo en la década del 90, es aplicar un monto único a las transferencias giradas a las provincias para su uso en gastos corrientes. Si bien no trascendieron cifras, se espera que estos fondos permitan compensar los déficits de caja que afrontan los estados del interior. A cambio de esta alternativa, los gobernadores rechazarían las reformas impositivas (impuesto al cheque) que se están gestando desde el Congreso de la Nación. Los fondos que salen de Neuquén En los dos primeros años de su gestión (2008-2009), el gobierno provincial cedió a la Nación algo más de 4.800 millones de pesos. • Por el control de precios en el mercado la administración Sapag dejó de percibir en ese período un piso de 3.200 millones de pesos. La cifra refleja los menores ingresos por regalías teniendo en cuenta los diferenciales de precios existentes en las cotizaciones del barril de crudo y el valor del BTU para el gas cotizado en el mercado internacional y el que se paga a la provincia por orden del Ejecutivo nacional. • Por efecto de las políticas intervencionistas aplicadas desde inicios de la gestión Kirchner se produjo un desplome de las inversiones en el sector. Producto de ello la producción de petróleo en Neuquén cayó, en el período en análisis, en más de 8 millones de barriles y la de gas, en 3.500 millones de metros cúbicos. Este escenario ha representado pérdidas económicas directas por el cobro de regalías del orden de los 700 millones de pesos. • Por no cumplir el gobierno nacional con lo que marca la Constitución (girar un piso del 34% del total de los recursos que recauda), en concepto de coparticipación federal de impuestos y otras transferencias, Neuquén cedió al poder central unos 900 millones de pesos. Javier Lojo jlojo@rionegro.com.ar |
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