>
Perversos al Oscar
Personajes complejos y villanos difíciles de digerir acaparan las nominaciones para los premios que Hollywood entrega el domingo.

Para su consideración: un asesino en serie pedófilo que construye casas para muñecas, un nazi que disfruta atormentando a los judíos y una mujer detestable que maltrata a su hija y su nieta.

A Hollywood le gustan los personajes tenebrosos y parece que también a los Oscar, que este año tienen entre sus candidatos actores que interpretan a varios sujetos bastante desagradables, por no decir totalmente chiflados.

Están Christoph Waltz, por su escalofriante interpretación del coronel nazi Hans Landa, que odiaba a los judíos, en "Bastardos sin gloria; Stanley Tucci por su papel como George Harvey, el pedófilo asesino de "Desde mi cielo", y Mo´Nique por su actuación como Mary Jones, la pérfida madre de "Preciosa".

¿Qué tienen estos villanos que resulta tan atractivo?

"Creo que en el fondo disfrutamos con las situaciones que plantean, con el dolor que producen y también con su muerte o sufrimiento al final", comentó Stephen Lang, quien interpreta al vengativo oficial Miles Quaritch en "Avatar".

Las candidaturas de personajes viles reflejan una vieja tendencia.

En 1932, Fredric March obtuvo el premio al mejor actor por "Dr. Jekyll and Mr. Hyde". Y quién puede olvidar la interpretación de Louise Fletcher como la insensible enfermera Ratched en "Atrapado sin salida", por la que ganó la estatuilla en 1975. O la inolvidable actuación de Anthony Hopkins en 1991 como Hannibal Lecter en "El silencio de los inocentes".

Pero pareciera que en los últimos tiempos la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, que entrega los Oscar, se ha mostrado particularmente interesada en estos personajes malignos, según Tom O´Neill, comentarista del portal TheEnvelope.com, que sigue de cerca los Oscar.

"Hay una clara admisión de que estos papeles (perversos) son artísticos -afirmó-. Cada vez más películas abordan temas siniestros".

Considere el Oscar póstumo que recibió Heath Ledger el año pasado al mejor actor de reparto por su papel como el Guasón en la película de Batman "El caballero de la noche", un villano tan pérfido que no dejaba dormir de noche, según se comentó. El año previo ese Oscar se lo había llevado el español Javier Bardem por otro personaje malvado en "Sin lugar para los débiles"´.

Tilda Swinton fue la mejor actriz de reparto del 2007 por su papel de abogada desalmada e intrigante en "Michael Clayton". Daniel Day Lewis se llevó la estatuilla ese mismo año por su interpretación de un aventurero despiadado y asesino en "Petróleo sangriento". Anteriormente Forest Whitaker se llevó un Oscar por hacer de Idi Amin, el sanguinario y corrupto dictador de Uganda en "El último rey de Escocia".

"Todos tenemos un pequeño lado tenebroso -expresó Sara Colleton, productora ejecutiva de la serie televisiva "Dexter´´, sobre un médico forense que mata delincuentes-. ´Dexter´ nos permite explorar un montón de problemas morales en un ambiente muy seguro".

Waltz dice que no fue fácil interpretar al nazi Landa, un personaje "para quien el bien y el mal no son demasiado relevantes".

"Eso es lo que lo hace un reto, porque mi mente funciona con los parámetros del bien y el mal", señala.

A Tucci lo asustaba y al mismo tiempo le intrigaba el papel de pedófilo asesino en "Desde mi cielo".

"Es todo lo que uno odia y teme, y por esa razón resultaba interesante", expresó Tucci.

El actor se interesó en el papel por la misma razón por la que el público se interesa en estos personajes. "Se manejan en un mundo muy delicado. Por un lado queremos que se salgan con la suya y por el otro queremos que los pillen. Queremos ver cómo se las ingenian para no ser atrapados. Son gente inteligente, y eso los hace atractivos", dijo Tucci.

"A la gente le gustan los personajes jugados", agregó.

La socióloga Karen Sternheimer, profesora de la University of Southern California, comentó que "siempre ha habido un lado oscuro en la humanidad. Lo único nuevo es que ahora hay muchas más formas de observar estos personajes".

Lang opina que la popularidad de los villanos es un "fenómeno posmodernista".

"Las cosas son cada vez más complicadas en nuestro mundo -manifestó-. Antes todo era blanco o negro en el cine, los buenos contra los malos, y todo eso ha cambiado". (AP)



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí