En un tiempo récord, la provincia del Neuquén licitó y adjudicó los estudios de medición de viento con vistas a la posible instalación de parques eólicos en tierras fiscales que suman 6.600 hectáreas. El 5 de febrero -a través de la Agencia para la Promoción y Desarrollo de Inversiones del Neuquén (ADI-NQN)- se abrieron los sobres y el 17 se adjudicaron las cuatro áreas a tres empresas.

Por su cuenta y riesgo, las empresas comenzarán a hacer los estudios de medición de los vientos (frecuencia, dirección, intensidad) y si la ecuación técnico financiera es favorable y las mediciones reciben una homologación internacional, tendrán la posibilidad de conformar una sociedad explotadora para desarrollar parques eólicos.

Las áreas La Americana y Picún Leufú quedaron para la empresa alemana WPD Argentina SA; el área denominada Subida del Campo fue para la también alemana Sowitec Argentina SRL; mientras que la empresa local Ingeniería Sima SA se adjudicó el área km 1.390.

Tres áreas están en cercanías de Zapala y la restante entre El Chocón y Picún Leufú.

Si se concreta la construcción de los parques eólicos, la provincia percibirá un canon por el derecho de servidumbre a lo largo de 30 años. Las empresas ganadoras ofertaron entre un mínimo de 2.000 y un máximo de 5.800 dólares por MW instalado, superando a consorcios con trayectoria en el país, que ofrecieron apenas algo más de 200 dólares.

"Creemos que lo más acertado es hacerlo por MW instalado y no por la energía generada -dice el presidente de la Agencia, Pedro Salvatori- ya que de esta forma la provincia se cubre ante la volatilidad de los precios u otras contingencias".

El vicepresidente de ADI-NQN, Luis Galardi, aseguró que "la instalación de los parques eólicos es compatible con cualquier actividad que se pueda desarrollar en esas tierras, especialmente con la agropecuaria, que es prácticamente la única que se podría llevar a cabo. Las torres estarán ubicadas a una distancia de 500 metros entre sí y todas las conexiones serán subterráneas".

Según los responsables del proyecto, el emprendimiento resulta ventajoso con respecto a otros lugares del país no sólo por la materia prima (el viento) sino porque las tierras están ubicadas en cercanías de líneas de alta tensión, lo que implica que sólo habrá que realizar las conexiones para poder transportar la energía producida. Cuenta además con otras dos fortalezas: buenas rutas para transportar el equipamiento necesario y, a partir de la actividad hidrocarburífera existente, las maquinarias requeridas para su construcción.

Si bien hay que esperar la finalización de la etapa de mediciones, se espera que puedan instalarse alrededor de 100 megavatios (MW), lo que representaría una inversión cercana a los 200.000.000 de dólares de acuerdo con cálculos internacionales. El canon que percibiría la provincia podría llegar a los 600.000 dólares por año. Gran parte del equipamiento será importado, pero tanto las torres como las bases, que representan un 40% del total, pueden fabricarse en la zona.

Salvatori explicó que una vez concluido el período de concesión los empresarios pueden optar por una prórroga por otros 30 años o, en caso de no seguir con el negocio, levantar todo y restituir el terreno a su situación original. "Pero el viento, como todo recurso natural, la provincia tiene el deber de aprovecharlo, como se hace con el agua para producir hidroelectricidad. Lo que se hace habitualmente en Europa es llamar a nuevos interesados y, a partir de los avances tecnológicos, duplicar la generación en la misma área", aseguró.

Por lo pronto, en pocos días más se llamará a licitación para otro emprendimiento, esta vez en terrenos privados. "Se trata de gente que tiene la tierra pero no sabe qué hacer con ella. Hemos detectado tres áreas que suman 1.500 hectáreas donde se puede explotar el recurso, donde ADI-NQN actuará por cuenta y orden de la empresa privada y cobrará un porcentaje por la gestión del negocio", anticipó Galardi.