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Denzel vs. Gary, un duelo de titanes
Washington será el bueno en "The book of Eli", una suerte de western apocalíptico en el que se enfrenta .al malo de .Oldman.

LOS ÁNGELES (DPA) - Se puede decir sin reservas que a Denzel Washington le ha tocado un hueso duro de roer, porque será el bueno de una película, "The book of Eli", en la que el malo es uno de los grandes en ese aspecto, Gary Oldman, muy recordado por su papel de policía corrupto en "The Professional" (1994).

En esta ocasión, Washington encarna a un soldado solitario que se enfrenta al autoproclamado tirano, Carnegie (Oldman), para conservar el libro que salvará a la humanidad.

La película de los hermanos Hughes narra la historia de un caminante solitario que desde hace 30 años viaja hacia el oeste en busca de un lugar donde resguardar la única Biblia que ha sobrevivido a una masiva destrucción del planeta.

Este western pos-apocalíptico está ambientado en un mundo en donde no hay civilización ni ley. Después de una guerra provocada por el enfrentamiento de las religiones, lo único que queda son caminos destruidos y desolados en donde pululan ladronzuelos que pueden llegar a matar a un hombre por un par de zapatos o un poco de agua.

"Fuimos conscientes de que teníamos que estar a tono con los judíos, los musulmanes, los budistas e incluso la religión de los indios americanos. La idea es que todos coincidieran en que se estaba hablando del mismo Dios", señaló Allen Hughes.

El día después de mañana

"´The book of Eli´ nos lleva a un futuro desolador, arrasado tal vez por una guerra nuclear, un desastre natural o una combinación de ambos (algo que el guión no determina), pero que en cualquier caso sirve para dar una clara idea de cómo sería el mundo para el ser humano en caso de que algo así llegase a suceder".

Y entre todo el desastre brilla el espíritu de Eli, decidido a asumir el liderazgo de una sociedad perdida y a devolverle ciertos valores pese al ambiente hostil. Washington, que se sintió tan atraído por el proyecto como para ser no sólo intérprete sino productor ejecutivo, explica que "Eli es un hombre en una misión de gran importancia que lleva persiguiendo durante mucho tiempo. Cuando lo conocemos está cerca del final de esa misión, pero sus retos más importantes todavía están por llegarle".

Es justo la antítesis de Carnegie, su más enconado enemigo en esta historia, un hombre que ha dedicado los últimos 30 años de su vida a crear un imperio controlando recursos como el agua en las ruinas de un viejo pueblo abandonado.

Ambos personajes buscan lo mismo, el último ejemplar de la Biblia sobre la tierra, aunque con ideas diferentes de qué hacer con él. Para Eli es la posibilidad de usar su contenido para crear una civilización más justa y equilibrada, un nuevo comienzo después de la destrucción del mundo anterior; mientras que para Carnegie es la opción de controlar aún más a la gente bajo la influencia del libro y expandir así su poder.

"Carnegie es un dictador", constata Oldman, actor británico de 51 años. "Pero también es inteligente y tiene una filosofía.

Carnegie está familiarizado con el libro que porta Eli y sabe lo que puede conseguir a través de él porque forma parte de su propia historia y de su infancia. Lo ha estado buscando durante años. Creo que estos dos hombres tienen la misma obsesión por el libro, aunque uno procede de un buen lugar y el otro de uno mucho más oscuro".

Al final, como explica el propio actor londinense, la cinta se convierte en "una batalla de voluntades", con enfrentamientos dialécticos entre ambos y una potente descarga de artillería pesada en un mundo de abrigos y gafas de sol.

Además de estrellas como Washington, dos veces ganador de un premio Oscar, forma parte del reparto Mila Kunis ("Forgetting Sarah Marshall"), Ray Stevenson ("The Punisher: War Zone") y Jennifer Beals ("The L Word").

La cinta fue rodada en su mayor parte en localidades de Nuevo México, especialmente en Albuquerque.

Las tormentas de arena de la parte sur del Estado eran el lugar perfecto para mostrar la devastación del planeta tierra. Sin embargo, los productores tuvieron que echar mano de efectos especiales para poder mostrar localidades completamente desérticas.

"Todas la tomas realizadas en la cinta en donde se muestra el horizonte o el fondo tuvieron que ser modificadas", aseguró el supervisor de efectos especiales John Farhat.

Es, en definitiva, una cinta interesante para una época del año en la que poco se mueve en cartelera a la espera del desembarco de los Oscar en marzo, aunque los dos grandes nombres que contienden en esta historia futurista de ciencia ficción le auguran un posible buen desempeño a efectos de taquilla, algo fundamental en los tiempos que corren.



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