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Gigante y arrasador
Delpo hizo del 2009 una fábula. Bajó a casi todos los grandes, ganó el US Open y ya es una celebridad.

Juan Martín del Potro no se apresura. Sabe que el tiempo es sabio y que en algún momento será el mejor de todos. "Aún soy joven. Si continúo jugando a este nivel, en algún momento Roger (Federer) y Rafa (Nadal) se retirarán, yo seré un mejor jugador, y luego podré ser el 1 del mundo", contó después de obtener el US Open, un título que sólo consiguieron unos pocos con algo más de 20 años.

Cuando el 2008 se cerraba con la enorme frustración de haber perdida una Copa Davis que parecía ganada en la previa, el tandilense de rostro púber decía que no imaginaba un 2009 mejor que el año que se iba. Pero apenas pasaron un par de días, empezó a dar que hablar, al ganar en enero el torneo neocelandés de Auckland.

El mundo ya venía hablando de un gigante argentino de 198 centímetros de alto, que le pega con un fierro a la bola y que incluso había jugado un torneo de Maestros. Pero durante este año que se despide, Delpo concretó su obra suprema, al conseguir el Grand Slam que se juega en los Estados Unidos, algo que sólo había obtenido el mejor tenista argentino de todos los tiempos, Guillermo Vilas (en 1977).

Es tan relevante lo que hizo que le permitió convertirse en el tercer argentino en ganar un título "Grande", algo que sólo llevaron a cabo Willy y Gastón Gaudio en el Roland Garros ´04.

El tandilense venció en la final de los Estados Unidos nada menos que al mejor jugador de la historia, el suizo Roger Federer, a quien volvió a poner de rodillas en el Masters que se jugó en noviembre y que significó el cierre de la temporada. Juan Martín también se tomó revancha del helvético, que lo eliminó en el GS de Australia y en las semis del Masters 1000 de Madrid y de Roland Garros.

El argentino cumplió una descollante actuación en Londres, donde alcanzó la final y fue superado por el ruso Nikolay Davydenko, quien aprovechó el cansancio de un Del Potro que paralizó los corazones argentinos al ganar una increíble semifinal justamente ante el mejor de todos los tiempos (6-3 en el tercer set).

Sin temor a la equivocación, hay que decir que Del Potro es uno de los personajes del año, una verdadera celebridad deportiva que concretó varias hazañas manteniéndose en las antípodas del vedettismo y las poses.

La fortaleza mental y las agallas que tiene no sólo se vieron durante la angustiante final del US Open ante Federer; vale decir que es el jugador del circuito que más partidos remontó después de perder el primer set (fueron 13) y que jamás se le escapó un choque que llegó a tie break en el tercer parcial (seis victorias sobre seis jugados).

El "protregido" de Franco Davín posee cabeza de campeón y durante esta temporada, además de lo antes dicho, se dio cuenta que podía ganarle a Nadal y Murray, descolgó el póster de su ídolo Federer y se ganó el respeto de esa constalación de estrellas, que ya lo sienten (y lo respetan) como uno de ellos.



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