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Curiosamente, los colosos argentinos vieron las definiciones de los dos torneos locales por televisión y sumaron muchas más frustraciones que alegrías y por eso no jugarán la Copa 2010.
En cambio, el Pincha gozó de un año de ensueño de la mano de Alejandro Sabella, el entrenador revelación, y conducido por Juan Sebastián Verón, ese emblema del club. Así, se convirtió en "el" equipo criollo de 2009.
El hecho de que haya perdido la final del Mundial de Clubes importa mucho menos que la espectacular campaña que le permitió levantar la cuarta Libertadores. Con un equipo sólido y que siempre conoció sus virtudes y defectos, se transformó en el primer equipo nacional que no se llama Boca en ganar la Copa después del River del '96 y el primer conjunto sudamericano en jugar las dos finales continentales en la misma temporada.
Lejos de lo azaroso, el club platense es sinónimo de buena gestión y de trabajo a largo plazo. Los laureles obtenidos tienen que ver con un proceso de cinco años de trabajo que comenzó con la versión 04 de Mostaza Merlo, que tuvo buenos momentos con Burruchaga, vuelta olímpica con Simeone y que, por sobre todas las cosas, consiguió el regreso más esperado: El 5 de junio de 2006, Juan Sebastián Verón pisó nuevamente el country de City Bell como futbolista pincha.
La temporada 08-09 comenzó con Sensini en el banco de suplentes, que renunció y le dejó su lugar a Leo Astrada. El actual DT de River guió al Pincha a la final de la Sudamericana 08 (que perdió) pero un mal bimestre febrero-marzo lo dejó sin cargo. Asumió Sabella y en su primera experiencia al frente de un grupo logró dar una vuelta olímpica que se esperó durante 39 años.
Fue en una noche gloriosa, en Belo Horizonte y ante Cruzeiro. Si no lo recuerda, el local se puso al frente, pero el Pincha sacó de adentro el fuego sagrado y lo dio vuelta con tantos de la Gata Fernández o Boselli. De esta forma volvió a ser el León de América, sumó su décima 'estrella' en la historia y ganó el pasaje a un increíble campeonato que definió ante el Barcelona, y que perdió en el último suspiro.