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Carne: crisis productiva
Hay expectativas moderadas para el sector por alta faena de hembras, consumo en alza y la sequía.

rgentina importador de carne? Suena absurdo, pero este país, que siempre hizo alarde de tener más vacas que personas, podría verse obligada a importar carne en los próximos meses como consecuencia de una política oficial que, en su afán por hacer bajar los precios en el mercado local, desalentaría la producción vacuna.

El gobierno apela a impuestos, restricciones a las importaciones y control de precios para garantizar que la ciudadanía tenga acceso a la carne. El beneficio de los ganaderos, sin embargo, es ínfimo y muchos están dedicándose a otras cosas e incluso matando a las hembras, que son la "fábrica´´ de la carne.

En los últimos tres años la agricultura ganó 13 millones de hectáreas a expensas de la ganadería, utilizadas mayormente en la producción de soja. De todos modos, en los primeros nueve meses del 2009 la industria frigorífica faenó 12,2 millones de cabezas, dijo un informe de la Cámara de la Industria de Comercios de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). Se trata del nivel de actividad más elevado para ese período en las dos últimas décadas. "Ésa sería una muy buena noticia si no fuese porque la participación de las hembras en esa faena fue casi el 50%´´, destacó Ciccra.

Y por si esto fuera poco, casi la tercera parte del campo enfrenta una de las peores sequías en 70 años. "A este paso vamos a terminar importando carne de los países vecinos´´, dijo a la AP el presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina, Ángel Girardi. "Y esa carne será más cara y de menor calidad´´.

Amantes de los jugosos bifes y de la carne asada, a los argentinos se les avecina un panorama poco alentador: o moderan su consumo o habría que importarla. La Cámara de la Industria de la Carne se inclinó en su último informe por la primera hipótesis al vaticinar que no se llegará a la importación. Según esa fuente, cuando se alcance un nivel insuficiente de producción de carne, los precios aumentarían en forma significativa y ello obligaría a muchos a moderar su consumo o volcarse a productos sustitutos.

Entre enero y setiembre del 2009 los argentinos se devoraron 73,9 kilos por persona, el guarismo más elevado para el período de los últimos 15 años, dijo Ciccra. Con 55,3 millones de cabezas, los bovinos son más que los 41 millones de personas que habitan la Argentina.

El consultor Víctor Tonelli estimó que el año próximo Argentina tendrá ocho millones de cabezas menos que en el 2007. La caída del stock ganadero hace suponer que en el 2010 faltarán cerca de 3.000.000 de terneros, con lo cual habría alrededor de 600.000 toneladas menos de carne, una cifra semejante a las exportaciones estimadas para este año.



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