>
Polo tecnológico: de Santa Fe a Plaza Huincul
Es un proceso lento que requiere mucho trabajo”, dijeron los especialistas en su disertación.
La articulación entre el recurso humano formado, el respaldo gubernamental y los empresarios interesados en llevar adelante una idea son las partes fundamentales que se requieren para emprender un desarrollo tecnológico. Los alcances de un “parque tecnológico”, cómo se debe implementar y sus características fueron explicados por especialistas de Santa Fe.La propuesta de crear un parque tecnológico en la comarca petrolera motivó que desde el ente Enim se organizara una disertación sobre la “Creación y funcionamiento de parques tecnológicos, problemas y desafíos: la experiencia de Santa Fe”. Expusieron los especialistas Julio Doyharzábal, Rubén Malizia y Eduardo Moreira. En las charlas se explicó, por ejemplo, qué significa un parque tecnológico, dando un marco conceptual; lo que implica una incubadora de empresas, qué es un polo tecnológico, un conglomerado y la radicación de dos empresas, entre otros conceptos.“Es un proceso lento y que requiere de mucho trabajo, que lentamente se fue dando. En el proceso de lo que es un parque tecnológico con los gobiernos locales y provinciales, y sobre la sociedad, el sector empresario juega un rol importante y hay que mostrarles cuáles son las virtudes del parque tecnológico, pero la sociedad de Santa Fe lo está conociendo”, explicó el ingeniero Malizia.Detalló que al principio se trabajó con “perfil bajo para no crear grandes expectativas y ahora que está funcionando la sociedad lo reconoce como un punto clave del desarrollo regional”.Por su parte, el ingeniero Moreira indicó que si el perfil que se le va a dar al parque es de base tecnológica resulta indispensable la mano de obra especializada. Esto es una alternativa viable y, en ese sentido, el de Santa Fe es un modelo científico-tecnológico.“La formación de recursos humanos de alta calidad tecnológica es el primer paso para que un parque pueda recibir a esos emprendedores y dar un sentido de incubación y empresa. Y por eso es que la articulación entre el sistema científico y tecnológico y el parque como futura incubadora de empresas que lo que potencia y hace exitosa esta idea es fundamental”, indicó el ingeniero.La participación del conocimiento a través de las universidades es imprescindible, así como la articulación de todos los roles. Los especialistas insistieron en que “el recurso humano formado es el primer paso para que esto redunde en un éxito futuro: ése es el rol que venimos a contar y cómo se articula”.A la hora de evaluar de qué modo se debe realizar el proceso, los disertantes expresaron que se trata de un “proceso cauteloso en cuanto a su crecimiento” y no se pretende tener un crecimiento abrupto “para no ser invasivos y mostrar ambiciones que no se correspondan con el objetivo fijado”. Al respecto, en el caso de la universidad fue “acompañando la estrategia y hoy tenemos empresas radicadas que fueron ideas, proyectos que surgieron en la tecnológica y empresas radicadas en el medio local que trabajan con éxito”. Es preciso “no dejar de ser ambicioso, sabiendo qué tenemos detrás, que sean sólidas para acompañar a los emprendedores y que lleguen realmente para ser emprendedores”. Coordinación En todo este proceso es preciso que se cumpla la coordinación entre “el Estado, la universidad y la empresa”. Y ésa es una “tarea delicada”, sostuvo.Más adelante explicó que, si bien es preciso contar con fondos, “ciertamente no es el único elemento; hace falta materia gris y aunar voluntades. Cuando está todo alineado y hay una meta, sí hace falta dinero para instrumentar las cosas”.Finalmente, dijo que “la clave para hacer empresas de base tecnológica primero es el conocimiento, tener una idea; luego, desarrollarla, probar que es posible, buscar el mercado y la posibilidad de introducirse con un producto tecnológico. Ése es el proceso. Para algunos rubros puede ser rápido; por ejemplo, dentro de las tecnologías de la informática puede demorar dos o tres años en cristalizarse la empresa, mientras que para los de biotecnología puede llevar de 10 a 15 años”.Entonces es necesario contar con “paciencia y perseverancia”, así como aunar voluntades políticas de los gobiernos municipales y provinciales y el conocimiento de las universidades; hay que buscar cámaras y empresarios. “Es un poco de todo, las autoridades políticas se van convenciendo solas en la medida en que van viendo los resultados, los empresarios van apareciendo solos... en general algún docente que está dentro de una unidad académica que logra formar un emprendimiento que termina en una empresa y termina absorbiendo mucha gente”, acotaron los especialistas. 

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí