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Cita con las presas en Neuquén
El octubre del 2010 se realizará el Congreso Nacional en el Museo Nacional de Bellas Artes.
A fines de octubre del 2010 se realizará en Neuquén el Sexto Congreso Argentino de Presas y Aprovechamientos Hidroeléctricos. Se estima la asistencia de 300 personas vinculadas con la actividad que participarán de las deliberaciones que tendrán lugar mayoritariamente en la sede del Museo Nacional de Bellas Artes. Otras actividades se realizarán en Cipolletti. El tema más importante a debatir será el de proyecto de presas, con los aspectos vinculados con el diseño, la construcción y el financiamiento de este tipo de obras. También se discutirá acerca de la operación y el mantenimiento de estas obras, es decir, lo relacionado con las obras civiles e hidromecánicas (compuertas, válvulas, etcétera), tanto para estructuras de tierra como de hormigón. El tercer tema tiene relación con la seguridad de presas y se le ha dado especial relevancia por haber tenido en la zona la sede del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep). Se tratará todo lo atinente a la auscultación y vigilancia del comportamiento de las presas para mantenerlas en condiciones seguras y estudiar si hay anomalías. El ingeniero Sergio Heredia es el presidente del comité organizador del congreso, que está integrado por especialistas de los ámbitos público y privado. El encuentro, a realizarse del 27 al 30 de octubre, “está abierto a toda la comunidad técnica que tiene que ver con el tema, partiendo de la base del Comité Argentino de Presas, que es la entidad organizadora”, explicó. “Ese comité reúne a los profesionales y empresas que están vinculados con la actividad  pero también vendrán otros profesionales y empresas que trabajan en áreas afines. Incluso, si bien éste es un congreso nacional, la participación está abierta a gente de otros países; de hecho, en ediciones anteriores han participado de distintos lugares de América y Europa”, añadió. –¿Cuál es el impacto sobre el medio ambiente?–Depende fundamentalmente del medio en que está construida la obra y de las características de los asentamientos poblacionales: no es lo mismo implantar una presa sobre los ríos de nuestra región que hacerlo sobre el Paraná; desde el punto de vista de lo físico hay diferencias importantes. Y después está el impacto en el medio social, ya que no es lo mismo tener una presa cerca de una ciudad con 500.000 habitantes que otra muy alejada de centros urbanos. Pero el análisis previo debe ser muy profundo en ambos casos. Para eso hay que medir qué pasará con el medio físico, la flora, la fauna, las poblaciones, la erosión, cómo se pueden afectar tierras productivas. También existen los impactos positivos: disposición de agua para consumo humano y riego, control de crecida de los ríos, actividades de recreación y, obviamente, la generación de energía eléctrica. Y después sirve para las tareas de remediación, es decir, una vez construida la presa, para evitar determinado impacto se desarrolla una obra específica. –Desde la finalización de las grandes presas del Comahue, ¿hubo innovaciones tecnológicas en la construcción de estas  obras?–En la ingeniería hubo una evolución en muchos aspectos, desde la tecnología de los materiales y equipamiento para la construcción hasta la visión ingenieril de muchas cuestiones. Ha irrumpido con fuerza en los últimos años cierto tipo de presas como las concrete faced rockfill dam (CFRD), es decir, presas de enrocado con paramentos de aguas arriba de hormigón; justamente Chihuido I está diseñada de esa manera. –¿Hubo nuevos estudios para la construcción de presas en la región desde los tiempos de Hidronor y Agua y Energía?–No. Los principales proyectos en carpeta datan de esa época. El Estado tuvo un rol muy importante al hacer estudios muy amplios, lo que implicó que hoy haya una cartera de posibles aprovechamientos hidroeléctricos con distinto grado de avance y a la espera de financiación. Las grandes y las chicas–¿Considera usted más conveniente desarrollar grandes obras como Chihuido o abocarse al desarrollo de pequeñas y medianas centrales que no necesiten una inversión económica tan importante?–Creo que el país está necesitando desde hace años una cantidad de energía muy importante para acompañar el desarrollo. A esta altura tendríamos que tener un par de grandes obras concretadas. Hay que hacer todas las obras, las grandes, las pequeñas y las medianas. Seguramente habría que comenzar por las grandes porque es necesario inyectar una cantidad de energía importante en no mucho tiempo. –Y parece que la intervención del Estado es fundamental, ya sea en el diseño, en los estudios previos o en parte del financiamiento...–Estas obras tienen características como una alta inversión y largos períodos de retorno. Esto hace que sea difícil que las encaren exclusivamente privados, por lo tanto uno llega a la conclusión de que el Estado es imprescindible en la concreción de estas grandes obras. Son políticas de desarrollo a largo plazo. –Pero otra característica es que una vez construidas no necesitan tantos gastos operativos para su funcionamiento...–Claro. En relación con la inversión inicial se podría decir que el costo operativo es bastante bajo, en contraposición con obras como las centrales térmicas, donde hay una inversión inicial mucho más baja y un plazo de retorno de esa inversión mucho más acotado pero, a su vez, un costo operativo más alto.

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