NEUQUÉN (AN).- Maronese tuvo que esperar para unir las fiestas de fin de año con un festejo deportivo, pero todo llega. Las dos consagraciones del Dino habían sido en los Apertura 2006/08, por eso la goleada de ayer sobre Don Bosco, por 5-0, le dio la primera alegría en un Clausura.

La revancha fue completa, porque el derrotado fue precisamente el club que ahogó ese grito de cierre de temporada en el 2003. El de Zapala se adjudicó el campeonato con un fallo del Tribunal de Penas y frustró el festejo.

Esta vez la cosa se definió en la cancha: el partido de ida había sido 1-1 y con el 5-0 de ayer en el oeste, el global fue 6-1 para Maro.

El primer tiempo resultó trabado, con mucha pelea en el medio y escasas llegadas. El local tuvo más tiempo la pelota, pero su principal generador de juego, Héctor Méndez, apareció poco.

La visita no se paró en una forma especulativa e incluso, a los 31 minutos, tuvo la más clara cuando Víctor Castro no definió bien.

Maronese y Méndez avisaron a los 40, cuando obligaron a la intervención del arquero Mauricio Inostroza; mientras que a los 45, otra vez el "Toto" sirvió el pase para que Mario Barros abriera la cuenta, con un fuerte derechazo. Hugo Silva casi consigue el segundo antes de irse al descanso.

En el segundo, la superioridad de Maronese se hizo más evidente, aunque no se tradujera en cifras. Hubo expulsiones por ambos lados, pero el desarrollo se quebró cuando "los del barrio" quedaron con hombres de menos y, fundamentalmente, porque Inostroza se fue por último recurso y de ese penal, Méndez estableció el 2-0.

Después fue simplemente esperar a que diferencia podría llegar el campeón. Al final fueron cinco goles, para coronar una campaña impecable, porque Maronese terminó invicto, tuvo en Barros al goleador del torneo, mostró la ofensiva más efectiva y también la valla menos vencida. Nada más se le podía pedir.