>
El castaño que quería vivir
Su destino era la motosierra, pero pudieron más sus ganas de luchar y el cariño de sus dueños.

Teodorico; hace un par de meses nos mudamos a una casa en Plottier. Existe en el parque un castaño añoso de gran porte. Muchas de sus ramas están secas, mientras que otras se muestran vigorosas. Los vecinos nos comentan que este proceso comenzó hace unas temporadas.

Quisiéramos saber su opinión porque pretendemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para preservarlo. Nos interesaría que se acerque y lo vea personalmente. Desde ya muchas gracias. Marcela y Enrique.

Así de cortita -"como viraje e´laucha"- fue la comunicación y el 24 de octubre me encontré ante este cuadro que se observa en la imagen principal. Se trata de un castaño comestible (Castanea sativa, sinónimo Castanea vesca) que estuvo algunos años abandonado a su suerte ... no sabria decir a ciencia cierta qué fue lo que provocó tantas ramas muertas, pero no descarto que haya sido el invierno tan intenso de 2007, sumado a trabajos de construcción.

El consejo que recibieron Marcela y Enrique, sus nuevos protectores, era usar la "motosierra sanitaria" porque podía afectar a la vivienda. Pero el árbol demostraba que quería vivir y sólo esperaba una oportunidad, pues estaba comenzando a emitir nuevas yemas en su tronco.

La decisión fue contratar a una cuadrilla que supiera trabajar en poda de altura y eliminar lo máximo posible todo lo seco y que podría representar un peligro, además de dificultar la entrada de luz para incentivar el crecimiento de nuevas ramas. Con gran satisfacción se observó cómo a fines de noviembre se cubrió de flores que se llenaron de abejas e hicieron el deleite de sus dueños, que por primera vez podían disfrutar de una casa con parque.

Difícil se me hace precisar la edad, pero me atrevería a decir que es del comienzo de las chacras de la colonia Plottier, o sea por lo menos 80 años, sin exagerar. Tanto este árbol como seguramente muchos otros, merecen ser rescatados y mimados, para dejarles a nuestra descendencia al menos estos legados de amor por la naturaleza.

Son los respectivos municipios los que deben protegerlos legalmente, declarándolos "patrimonio histórico de la ciudad" y por tanto intangibles. ¡Será justicia!



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí