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CANTAN Y CAUTIVAN

No hay nada tan atrevido como pergeñar una idea y llevarla a cabo. Y el principio de esta historia fue una idea. Otra más de la incansable Gladys Aristimuño: cantante, actriz, locutora, agitadora cultural por naturaleza y productora. Acaso, una de sus facetas más acabadas.

Tiempo atrás se imaginó una manera muy suya de homenajear a algunas de sus amigas artistas, al tiempo que reivindicaba a cantantes que permanecían entre sombras. "Unencantodemujeres", así todo junto y bien dicho, vino a cumplir esa loable función.

Aristimuño dio vida a un espectáculo admirable en muchos sentidos. En principio porque la intención artística, combinar las voces y las virtudes de siete personalidades, resultó un acierto y hasta un hallazgo. Por prolongación, le dio la posibilidad a un público amplio de conocer de una forma más íntegra el notable talento de Fernando Carmona, quien además de tocar la guitarra se encargó de los arreglos y la dirección musical.

"Unencantodemujeres" es la suma de sus partes. Y el espectáculo no sería todo lo interesante que es si alguna de ellas faltara. A modo de un concierto compartido, las artistas una a una van subiendo al escenario, transcurriendo por un repertorio ecléctico escrito o popularizado por Francesca Ancarola, Joaquín Sabina, Carlos Aguirre, Milton Nascimento, Gershwin, entre otros.

Como es de esperar, con cada una de ellas amanece un nuevo clima. "Unencantodemujeres" está hecho de momentos, de gratos, intensos y entretenidos momentos. Cada cual merece una definición.

Karina Acosta, la entrega, el color; Laura Romero, el virtuosismo y la técnica vocal; Yolanda Porrino, la textura y la intensidad; Marcela Laría, la elegancia y el equilibrio; Fernanda Valenzuela, la autenticidad y la fuerza expresiva; Anahí Pereyra, la intimidad y la búsqueda; y la propia Gladys, quien encarna la diversión y la sabiduría creativa tan prometida como difícil de hallar.

Atrás, una agrupación que merece ser llamada "pequeña orquesta" puesto que suena como tal, dirigida por Carmona. Pablo Vaucheret en piano, Facundo Sides en bajo, Elbio Lochbaum en batería, Adrián Vivas en percusión y Gabriela Franco en flauta traversa.

Dos postales sobresalientes, entre muchas: la versión "Made in Carmona" de "Gracias a la vida", interpretada de un modo entrañable por la "Negra" Pereyra. Y otra, Aristimuño, teatral y cautivante, cantando ese clásico del jazz: "I love you Porgy", con un exquisito (sí, ésa es la palabra) arreglo del director musical del espectáculo.

Volverán a las tablas, según ha anticipado Aristimuño. Estaremos esperándolas.



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