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Más dudas que certidumbres
¿Y si la Argentina ya hubiera vivido su pico de producción?

El consultor del Instituto Argentino del Petróleo "General Mosconi" Gerardo Rabinovich dejó planteado el interrogante la semana pasada en Neuquén: ¿y si el pico de producción de petróleo que alcanzó Argentina en 1998 hubiese sido el máximo histórico y de aquí en adelante fuera todo declinación?

La duda se despejará, según el especialista, sólo si cambia la política nacional y se establecen incentivos de precio para la exploración.

Advirtió que luego de un período de energía abundante y barata, nuestro país pasará a una fase de precios altos y escasa oferta.

Rabinovich participó de la mesa redonda "Panorama energético de la provincia de Neuquén en el contexto nacional", que se realizó la semana pasada en el auditorio del Consejo Profesional de Agrimensura, Geología e Ingeniería de la provincia.

Como moderador actuó el ex presidente del Orsep Carlos Yema y también expusieron el titular de la empresa estatal Gas y Petróleo de Neuquén, Rubén Etcheverry, el presidente de la Agenda de Desarrollo de Inversiones de la provincia, Pedro Salvatori, y Graciela Misa, que es consultora y presidió el EPEN durante el último gobierno de Felipe Sapag.

Rabinovich habló de "Energía e Integración Regional: precio del gas y sus implicancias en la recuperación de reservas".

Mostró los números de la fuerte dependencia de Argentina con los combustibles fósiles y recordó el proceso de pérdida de reservas que se registra en los últimos años como consecuencia de la falta de nuevos descubrimientos y de una producción creciente. Y recordó que desde 1998 hay una curva decreciente en la explotación de hidrocarburos.

"¿Se llegó en 1998 al máximo o la declinación es resultado de las escasas inversiones?", lanzó a un auditorio repleto de ingenieros. "No lo vamos a saber hasta que se estabilicen los incentivos" que el congelamiento de precios hizo desaparecer.

Y enseguida advirtió que si esa curva se mantiene, "Argentina será importadora de petróleo o de sus derivados". Deslizó que ya se está importando crudo, ante la mirada extrañada de alguno que otro integrante del panel.

Un escenario no muy diferente se planteó en el gas, cuya demanda interna debe sí ser cubierta con importaciones desde Bolivia y un buque regasificador de GNL anclado durante los meses del invierno en Bahía Blanca.

Mencionó como un punto sumamente delicado el hecho de que la producción y las reservas de Loma de la Lata hayan caído, porque un tercio de la demanda dependía de sus recursos.

Con un escenario de "precios congelados y falta de incentivos", la producción de gas se congeló hace unos años.

"¿Llegamos también al tope de la producción de gas?", se preguntó Rabinovich.

"Argentina pasa de una energía abundante y barata a una escasa y cara", añadió.



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