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En el aire 22 aņos
La FM 103.7 Universidad Calf cumple hoy su vigésimo segundo aniversario de música y noticias.

"Promocionar y difundir las actividades del quehacer comunitario y regional, provincial y nacional". Este propósito sonó fuerte al aire, a través de la frecuencia modulada 103.7, en directo desde la Universidad Nacional del Comahue, mientras el rector de la casa de estudios, por entonces Oscar Bressan, y el presidente de Calf, Osvaldo Bonvín, sellaban con su firma el nacimiento de la radio Universidad Calf, con estudios en una casilla pequeña y clandestina en la avenida Argentina al 1.500.

Ese día también se oyeron otras voces: sindicalistas, vecinalistas, militantes de derechos humanos, estudiantes. Era el 16 de octubre de 1987 y Alfonsín sorteaba la amenaza de un nuevo golpe militar (meses antes, la sublevación castrense de Semana Santa; más tarde, en enero de 1988, Monte Caseros).

Ésa fue la primera transmisión de una radio que nació en momentos en que florecían los medios alternativos, con la asociación de una universidad y una cooperativa, testigo de la necesidad de expresión que asomaba con el fervor democrático. Para ese entonces, también el rock nacional imponía sus voces (Sumo, Charly, Soda, Los Abuelos) y establecía un circuito en las radios comerciales. Veintidós años después, la 103.7 es el emblema local más potente en el tejido de redes alternativas. En una casilla escondida en la barda, todavía con el sueño de la casa propia, radio Universidad Calf se convirtió en una fuerza que condensa voces distintas y heterogéneas, colectivas y furiosas y las devuelve, decodificadas, para estar "donde hace falta" estar.

Sin duda, la aparición de la 103.7 representa algo más en términos sociales y políticos: es uno de los grandes síntomas culturales de los primeros tiempos en democracia. Mónica Reynoso, actual coordinadora de la emisora, ensaya un diagnóstico de época: "La asociación de una universidad y una cooperativa para sostener una radio habla de la confianza en las instituciones democráticas y en la necesidad de abrir nuevos canales de comunicación, una vez aprendida la lección de Semana Santa". No obstante, Reynoso extiende una advertencia: "Lamentablemente, la asociación de las dos instituciones muestra hoy cierta asimetría en el esfuerzo por defender un medio de comunicación que, no obstante y gracias al aporte tenaz de sus trabajadores y de la universidad, se ha mantenido fiel a los objetivos por los que fue creado".

El tiempo pasó y el modelo de comunicación alternativa abierto a la diversidad, a la pluralidad y a las expresiones no hegemónicas, estéticamente heterogéneo, se mantuvo. Se fue reinventando, por supuesto, pero lo hizo sin perder el eje en los principios fundacionales: la defensa de los derechos humanos, de los trabajadores, de las causas sociales, de la democracia, de las expresiones culturales, de la educación.

Este esquema le permitió a la radio potenciarse: ganó en diversidad de voces (en la programación hay espacio para la discapacidad, jubilados, mujeres, gays y lesbianas, trabajadores y trabajadoras, los barrios, los estudiantes, los derechos humanos, la filosofía, la tecnología, la lengua y la cultura mapuches, la literatura, el teatro, más todos los géneros de la música), ganó en audiencia (el centro, el barrio, la capital, el interior), ganó en transmisiones especiales de sucesos históricos (la asamblea universitaria, la expropiación de Zanon, el juicio a Poblete por el fusilamiento de Fuentealba, el juicio por La Escuelita, la cumbre de Unasur en Bariloche), ganó en alcance y en tecnología (la renovación de la página www.fm1037online.com, desde donde se puede acceder a trabajos de la radio).

"Todos -dice Reynoso- son intentos por estar ´donde hace falta´ y por expandir uno de los pilares en los que descansa la identidad de la radio: el servicio informativo y la producción de noticias sin más condicionamientos que la libertad para informar".

Hoy la emisora cumple 22 años en el aire. Para festejarlo anticipa un ciclo de cine que abarca títulos vinculados a la radio (la primera función será el 13 de noviembre y se verá el documental "Distorsión armónica", que registra experiencias de radios comunitarias latinoamericanas). Y como frase que acompaña este nuevo aniversario, se escucha: "Porque la música / la palabra / la información importa".



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