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Catalina, entre mano y mano | ||
Doña Catalina Imaz viuda de Guanes tiene 89 años y una fortaleza envidiable. Tal es así, que al llegar la encontramos pintando el frente de su vivienda de color amarillo. Con amable simpatía, Catalina recuerda que llegó a esta localidad unos cuarenta años atrás. Trabajó en algunas fábricas y en casas de familia. Lamentablemente quedó viuda muy joven. Tuvo cinco hijos, que le dieron doce nietos, veinte bisnietos y un tataranieto. Catalina, a quien también se la conoce como "Pepa" o "Tía Peti" vive sola. Su buen estado de salud le permite hacer las cosas de la casa con absoluta normalidad, y no duda en subir al techo si hay que arreglar alguna gotera. En el comedor diario tiene dos grandes mesas para recibir a los numerosos familiares que asiduamente la visitan y con quienes comparten un almuerzo o una cena. "Me siento muy bien. Apenas tomo una pastilla a la mañana y otra a la tarde para la presión" dice con una sonrisa, y continúa pintando. |
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