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CENTENARIO (ACE).- Centenario es un semillero de artistas inquietos que tienen el arte como horizonte. En ese rumbo César Cabezas, músico, editó este año su primer disco “Memorias”, que ha promocionado en Neuquén capital, Centenario y otras ciudades del interior para poder financiar su segundo en vías de edición: “Silencios”.César se presentó siempre en dúo con Joel Rosas, y de un tiempo a esta parte inició su búsqueda personal de la que surgió “Memorias”, un disco que buceó en el pasado reciente y del que emanaron verdades cantadas con el alma.“Silencios” –aún sin editar– forma parte de un recorrido interior que hurga en las verdades propias y en las ajenas.“Memorias apunta a mantenerla en todo el sentido, dentro de cada letra se habla del olvido que tienen a veces algunos países como el nuestro, este trabajo es una manera de mantener la memoria”, dijo César.La edición llegó luego de años de andar y desandar caminos en la Patagonia, Chile, Perú, México. El espectáculo con el que promociona su CD se llama “Memorias y algo más”, articulado con Mariano Seminara –en la grabación– y Gustavo García.En el escenario, también lo acompañan Seminara en bajo, Claudio Verdún (suku) en batería, Claudio Lafquen, en piano y Cabezas se encarga de la letra, la voz y la guitarra.Uno de los temas del disco “La chacarera de la memoria” fue elegido por la APDH para el CD en homenaje a las Madres y por los 30 años del organismo en Neuquén.“Los caminos de la música son así; que resultara elegido ese tema por la gente de la APDH en este 2009 fue como la frutilla del postre. Uno le pone música a la poesía y no sabe dónde va a llegar. Por ejemplo musicalicé dos poesías de Ricardo Fonseca –les puse alas– y ha llegado a México, adonde dice que el sur existe, y que la Patagonia es de esta manera. Centenario tiene muchos valores”, dijo.Con espectáculos previstos en San Martín, en Bariloche o en la zona de Zapala, César Cabezas va tocando puertas para mostrar lo que tiene y recaudar fondos para completar su segundo trabajo.“Silencios es el reflejo de los vacíos de las personas, hay silencios lindos; todo con una mezcla de folclore contemporáneo, una trova sureña que le llamo, le quiero poner ese sello”, explicó.Con la experiencia del primer disco, busca algo superador pese a que todo se suma como en cuesta arriba. “Es muy difícil ser músico independiente; decir que Fasinpat me dio una buena mano para la edición del disco, menos mal que ellos existen..., luego no hay una estructura donde poder apoyarnos como artistas: qué pasa luego de que uno graba, anda con su disco bajo el brazo y no hay caminos de distribución, hay que presentar el trabajo puerta por puerta y mientras en unos lados te abren, en otros te dicen... ni...; se necesitan afiches, promoción, una estructura donde apoyarse”, planteó.Sin embargo, con aire positivo César insiste en que “los caminos de la música son así: me crié con mis tíos que eran folcloristas en los 70 y ahora me embalé para crear y expresar mis propias canciones. Desde el 83 en adelante me dediqué a la música y conocí a trovadores como Santiago Feliú, Silvio Rodríguez, León Gieco, Pedro y Pablo en el 89. Con Joel Rosas en el 84 fuimos con la moto a una gira en Chile de la dictadura de Pinochet y nos paraban en todas las esquinas, cantábamos en confiterías de Valdivia, donde no nos dejaban algunas del repertorio por miedo; buscábamos pubs los domingos en la plaza cuando, en el 98 cuando íbamos al Perú también probamos con Santiago y su paseo Ahumada: entramos a Cuzco por Iquique, Tacna, llegamos a Machu Picchu tocando en barcitos...”, recordó. Más cerca, en el 2000 vino México y también otros destinos en la Patagonia sur. “De cada viaje llegó la inspiración para una nueva canción; sigo en la búsqueda, en los caminos de la música, ahora con este nuevo trabajo y por eso voy con “Memorias” creando un fondo para hacer “Silencios”. LLEGADA POPULARCésar Cabezas bucea en el pasado reciente de nuestra historia para luego cantar sus verdades “desde el alma”, según el mismo artista dice. Recorre la zona para compartir todo su arte.
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