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Números complejos para un gobierno que está en retirada | ||
El déficit que presentará el presupuesto este año superará los $125 millones. | ||
Los números que muestra la provincia de Río Negro son realmente preocupantes. Las tendencias, angustiantes.El último trimestre del año está muy complicado para las cuentas públicas provinciales. No hay fondos suficientes para cerrar el gasto comprometido por el Estado para esta última parte del año y ahora todo está en manos del auxilio que llegue de Nación o el posible crédito que se está gestionando con la banca privada. Según fuentes oficiales, el déficit financiero superará este año los 125 millones de pesos.La provincia pasó de un estado de holgura a crisis fiscal en sólo cinco año de gestión.¿Cómo se llega a esta situación?La respuesta no es unicausal. Hay tres ejes, entre otros posibles, bien diferenciados que nos pueden acercar a la comprensión de este dilema: el económico, el político y el de gestión.- En el primero de los puntos mencionados, la clave está en el crecimiento del gasto. Desde que llegó al gobierno la administración Saiz, las erogaciones presupuestarias se multiplicaron por cuatro. El dato no es menor. Los gastos totales al cierre del 2003 alcanzaban algo más de 857 millones de pesos (corrientes más capital) y para este año se espera que esta cifra llegue los 3.500 millones. La suba de las erogaciones estuvo impulsada especialmente por la masa salarial. Las estadísticas oficiales detallan que en el 2003 los gastos en salarios representaban el 50% de las erogaciones corrientes. Para este año, ese indicador estará en torno del 63%. Desequilibrios fiscales treparán a los $ 125 millones Cuando se relaciona el gasto de los salarios estatales con los ingresos corrientes, este índice en el 2003 alcanzaba el 44%, mientras que para este año se ubica en el 64%. Es decir, 20 puntos arriba del año en que llegó Saiz al gobierno. El crecimiento entre ingresos y gastos en este período también muestra serios desvíos: 253% contra 303% respectivamente. El problema también está en la distribución que tuvo ese aumento del gasto, en donde claramente se puede observar una participación desproporcionada en el incremento de la masa salarial (ver infograma adjunto). En este punto es importante destacar que esta suba no sólo fue dada por el crecimiento de los haberes sino también por la ampliación de la planta del Estado, que pasó de los 32.600 trabajadores a fin del 2003 a los cerca de 41.000 proyectados para el cierre de este año. Es decir que, a la fecha, la administración Saiz incrementó la planta de personal en 8.400 empleados. La cifra es equivalente a cuatro empresas de las dimensiones de la alimenticia Kraft en la Argentina. Un dato alarmante.- El otro tema es el político. Los cortocircuitos existentes en el gabinete provincial no ayudan a dar con la solución que necesita hoy Río Negro para sanear sus números. Para gran parte del Ejecutivo, el ministro de Hacienda, Pablo Verani, es muy rígido con el presupuesto. Algunas voces –críticas a su gestión– señalan que subestima recursos y sobreestima erogaciones para poder así controlar el gasto político. Fuentes allegadas a Verani niegan estas apreciaciones. “No hay margen para seguir dilapidando recursos, como se viene haciendo desde el 2003. La crisis fiscal está a la vuelta de la esquina”, criticó la fuente consultada.Pero pareciera que el “cortocircuito” no es sólo interno. La relación entre la provincia y la Nación no está pasando por su mejor momento. Los fondos que deberían haber llegado de manos de CFK, por la financiación de deuda pública, no terminan de aterrizar en las arcas provinciales. “Todo lo administrativo está cerrado hace semanas... sólo falta la decisión política para destrabar esos fondos”, confió la fuente de Hacienda provincial.– ¿Quién tiene el poder para liberar esos fondos?, preguntó este diario.– “Sólo la presidenta Kirchner”.Quedan todavía dos años por delante para la administración Saiz. De no existir acuerdos políticos, tanto internos como con la Nación, los problemas de caja de la provincia se profundizarán en esta última etapa del gobierno. Para los radicales, sin lugar a dudas, esta transición política será una de las más complejas desde que están manejando el poder en la provincia. - El tercer punto es la gestión. El gobierno de Miguel Saiz no ha podido impulsar importantes cambios estructurales en estos seis años de gobierno, pese a contar con varias oportunidades para ello. Existen dos períodos bien diferenciados en la gestión del actual gobernador. El primero es aquel que comprende los años que van del 2003 al 2005. La provincia contó en promedio con excedentes fiscales del orden de los 150 millones de pesos por año. Estos fondos nunca fueron aplicados a proyectos productivos u obras de infraestructuras tan necesarias para poder sostener el crecimiento del sector privado. Por lo general, la mayor parte de estos fondos fue destinada a estamentos improductivos del Estado. En este período se perdió la gran oportunidad de levantar económicamente a la provincia. Existía disponibilidad de fondos para poder hacer las modificaciones necesarias para poner “de pie” a Río Negro, pero no se tuvo la voluntad política para ello.El segundo período es aquel que comprende del 2006 a la fecha. A partir de fines del 2005 comenzó a observarse un cambio de tendencia en los números del presupuesto rionegrino, con un crecimiento importante del gasto y una meseta en el superávit. Esta tendencia fue profundizándose hasta la fecha, llegando a pulverizarse los excedentes fiscales primarios en el 2009.La inercia que muestran las cuentas fiscales hacen difícil hoy proponer los cambios necesarios para reencauzar la provincia, siempre hablando en materia económica. Es difícil pensar en cambios si no existen proyectos que los avalen. El gobernador Saiz recibió la provincia en una inmejorable situación económica. Lamentablemente no pudo –o no supo– realizar los cambios que se necesitaban en el momento en que los números del presupuesto se lo permitían.Hoy la situación económica es muy similar a la de mediados de la década del 90: con problemas y retrasos para pagar los salarios estatales, recorte de los fondos para la obra de infraestructura y la vuelta al endeudamiento públicopara poder equilibrar los desfasajes de caja._ Esto sin dejar de mencionar una deuda pública que comienza a presionar sobre las cuentas presupuestarias provinciales en forma cada vez más importante. Obra pública y presupuesto “encorSetado” La mayor parte de los aportes destinados a la obra pública provincial llega de la mano de la Nación. Desde el arribo de Saiz al gobierno, estos fondos alcanzaron los 1.000 millones de pesos. La mayoría de ellos se orientó a la construcción de viviendas. Como son fondos que tienen asignación específica, el gobierno provincial no puede contar con ellos, ni siquiera en forma transitoria para cubrir gastos corrientes. La rigidez de este esquema impuesto por la Nación impide contar con una herramienta que años atrás era utilizada para cubrir “baches presupuestarios corrientes”. Esto muestra, en definitiva, que el problema presupuestario de Saiz “está arriba de la línea”. La deuda creció en 1.300 millones Para el año próximo el gobierno provincial estima desembolsar algo más de 578 millones de pesos para hacer frente al pago de amortización e intereses de su deuda pública. La cifra representa algo más de 400 millones de pesos respecto de lo erogado en el 2004 y con un escenario mucho más complejo, en lo que se refiere a las disponibilidades presupuestarias para el 2010. El otro dato que es realmente preocupante es que desde que la provincia reestructuró su deuda, hacia principios del 2003, el stock pasó de 2.440 millones de pesos a algo más de 3.700 para el cierre de septiembre pasado._En este período incrementó sus pasivos en cerca de 1.300 millones de pesos, habiendo cancelado entre 2003-2009 (por amortización y rescates) algo más de 1.400 millones de pesos. Paradójico.
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