Durante toda esta semana, los técnicos de la Secretaría de Fruticultura de Río Negro estuvieron trabajando para hacer el balance de la temporada frutícola 2008/2009.

Los números preliminares muestran que para este año unos 150 millones de dólares menos ingresarán a la región en relación con la temporada anterior. Las causas: caídas de valores y volúmenes exportados de peras y manzanas. La cifra representa alrededor del 25% del total de los dólares que captó la región por el comercio frutícola durante todo el año pasado.

La mayor parte de estos menores ingresos golpeará de lleno sobre la fruta. Y los productores estiman que las liquidaciones, que ya anticiparon algunas empresas, están muy por debajo de lo que deberían pagar. La presión de los chacareros para definir cuánto es lo que verdaderamente le corresponde al productor llegó a Viedma. Y la orden de Saiz fue la de dar "un número para saber de lo que se está hablando".

Desde el Ejecutivo provincial la consigna fue clara: "No podemos abrir otro frente de conflicto que se sume al que ya está en marcha con los estatales". Saiz es consciente de que con los chacareros en la ruta su gestión podría entrar en una severa crisis, mucho más profunda que la actual. En esta misma línea está su vicegobernador Bautista Mendioroz y de ahí que el Ejecutivo en pleno presiona para que Fruticultura dé a conocer el valor de referencia que debería tener la fruta en esta temporada para quienes la trabajan.

Los técnicos del área señalan que "no es prudente tirar un número promedio porque los productores se agarrarán de eso para exigirles a las empresas qué es lo que deben pagar. Resulta difícil en las actuales circunstancias, una vez conocido públicamente un número, dar explicaciones sobre el mismo".

Pero la política de Viedma puede más que la racionalidad del mercado y de los técnicos de Fruticultura. Saiz no quiere otro conflicto golpeando las puertas de la gobernación. De ahí la intención oficial de que el costo de la crisis la termine pagando "otro".

(Redacción Central)