-Mercedes Sosa siempre fue además de una artista integral una figura política del PC. ¿Cuál es tu visión acerca de su accionar y su pensamiento político a través de los años?

-No me consta que hay sido un figura política del PC. Creo que adhirió tangencialmente en su juventud a ese partido influenciada por sus amigos cercanos.

Los artistas no tienen partido. Su accionar es un ejemplo de dedicación y estudio. Su pensamiento político jamás me interesó; es una artista.

Mirarla desde lo político ensucia la mirada.

-¿Cómo podría contar o relatar la figura de Mercedes Sosa a las nuevas generaciones que aun están por conocerla, su causa, su vocación y sus luchas?

-Las nuevas generaciones, si están interesadas, deberían estudiar historia al menos del siglo 20. Y allí encontrarían los porqué de las corrientes artísticas, de las que Mercedes fue una de las más altas representantes.

Los cantores populares (no necesariamente los popularizados) acompañan procesos históricos.

Mercedes cumplió con ese mandato con belleza y conocimiento de lo que hace.

-¿Qué recuerdo personal le queda de Mercedes Sosa?  ¿Una anécdota, un momento?

-Tengo recuerdos variados.

La frecuenté mucho cuando fui crítico de espectáculos de "Clarín". Siempre elegí mirarla como la gran cantora que es. Hay una tendencia -para mí equivocada- en mezclar el arte de una persona con asuntos que no son del arte. Mercedes es, por mérito y constancia, la gran cantora de una época que se desvanece en histerias, egoísmos y rumbos inciertos.

¿Una anécdota? Cantarle en un boliche una zamba que hice para ella cuando regresó del exilio:

"El que la busque/diga vidala/diga zafrero, diga tonada/el viento huele a mañana cuando esta Mercedes canta".