Mercedes Sosa, mi gran deuda pendiente. Tuve siempre tanta admiración por su voz, su manera de decir esos bellos poemas y melodías de otros tantos bellos autores que se ha transformado en mi referente a la hora de elegir qué y cómo cantar. Siempre admiré su forma de poner la obra por delante de su persona y transformarse en un puente de luz por el que nos hacía transitar hacia la maravilla de la creación de otros tantos admirados como Serrat, Silvio, Chico, Violeta, Atahualpa, Fito, Charly, León y más y más y más.

Me quedé con las ganas de cantar con ella aunque fuera unos versos a dúo. Lo intenté pero ella es tan grande para mi universo de cantor que me ganó la timidez, falsa modestia o simplemente el respeto. Pero me saqué el gustito de tenerla cerca siendo parte de la producción en dos oportunidades para presentarla en la Fiesta de la Manzana. Pude saludarla, besarla y casi inconscientemente despedirla en el momento de ayudarla a subir al escenario en silla de ruedas o conseguirle el sillón más cómodo para su concierto. Verla ahí y ver la cara de mi gente admirándola me hizo hinchar el pecho de orgullo. Ella, la más grande del canto latinoamericano estaba allí y yo había ayudado para que así fuera. Gracias Mercedes. Envidio a aquellos que te van a recibir adonde vayas para seguir cantándole a la vida. Un beso eterno.

Ricardo La Sala
Director de Cultura de la Municipalidad de General Roca