Las monedas de América Latina operarían de modo volátil hasta fin de año, atentas al desempeño de los mercados externos y a la posibilidad de que el G8 aborde el tema de los tipos de cambio.El reciente avance de algunas de ellas en las últimas semanas fue apoyado por el debilitamiento global del dólar, que llegó a su menor nivel de casi un año atrás luego de que el optimismo sobre la economía mundial activara el apetito hacia activos de mayor riesgo pero de alto rendimiento.“En la medida en que se consolide la percepción mundial de fin de la crisis el dólar debería seguir débil en el mundo, pero es probable que la trayectoria de depreciación no sea lineal sino más bien volátil”, dijo un importante analista del mercado local al ser consultado por el tema. El problema fiscal de EE. UU. tiene también mucho que ver con esta tendencia. Analistas arriesgan que en Brasil, la principal economía de la región, el real seguiría apreciándose en lo que resta del año debido al fuerte ingreso de dólares al mercado local, aun por la previsión de ofertas de acciones. El real llegó en la mitad del mes pasado al piso de 1,8 unidades por dólar por primera vez desde el 22 de septiembre de 2008. “El dólar ya perforó los 1,80 reales, lo que nos llevará a reabrir una posición compradora en reales mirando 1,75 reales por dólar”, dijo el banco BNP Paribas en su último informe de mercado.En México, el peso –que el viernes cerró en 13,4 unidades por dólar– podría operar en un rango de 12,9 a 13,3 en la última parte del año.Dadas las perspectivas de una salida de la recesión, la Reserva Federal de Estados Unidos pasará a preocuparse menos por el riesgo de deflación y cambiará su foco hacia el retiro de estímulos monetarios para evitar que la economía se recaliente, consideró la firma Barclays Capital. Estará pendiente del comportamiento de las bolsas de Estados Unidos luego del último rally alcista. “Podríamos llegar a ver correcciones que favorezcan el comportamiento del dólar a nivel mundial”, acotó el estudio de Barclays Capital.En tanto, el peso chileno podría apreciarse guiado por el comportamiento de los mercados y datos económicos de Estados Unidos. “El peso chileno tiene piso firme alrededor de los 550 pero, si hay apoyo de los mercados externos, podría apreciarse hacia los 540 (unidades por dólar)”, asegura la fuente porteña. (Redacción Central)
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