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El césped
Se hacen necesarios los primeros cortes para que luzca como un tapiz verde. Consejos para un manejo natural.

Si bien el invierno se está estirando más de lo que nos gustaría, ya la naturaleza está explotando a nuestro alrededor. Seguramente usted estará disfrutando no solamente de las múltiples flores primaverales sino también de los nuevos brotes en árboles y arbustos, que de por sí son también muy bonitos y anunciadores de que la vida retoma su ciclo de expansión. En este contexto, también el césped crece y hay que cortarlo todas las semanas y regarlo diariamente. De todos los elementos del jardín, este es el que más esfuerzo requiere y por eso siempre le voy a recomendar lo mismo: “no abarque más de lo que puede apretar”, porque el corte semanal puede pasar de placer a fastidio y de allí a abandono. Si no lo ha hecho en la mejor época que es otoño y va a sembrar ahora, en el recuadro le doy algunos puntos importantes a tener en cuenta. PARA DARSE CORTE En lo que al corte se refiere, también hay detalles a tener en cuenta. El primero, obviamente, es hacerlo con las cuchillas bien afiladas y equilibradas... la máquina no debe vibrar al trabajar en vacío. En nuestra región semidesértica y ventosa, la altura de corte no debe ser inferior a 5 centímetros. De ese modo, se protege al suelo del desecamiento por sol y viento y se minimiza el efecto de pisoteo, que aprieta el suelo y dificulta el ingreso de agua y oxígeno a las raíces. Es muy importante dejar sin levantar el corte para que las hojas, al secarse y perder volumen, se deslicen al suelo y lo cubran. Este colchón protege de la desecación, amortigua aún más el pisoteo y permite que en la delgada capa superior del suelo se produzca la primera descomposición de la materia orgánica, con producción de humus (tierra negra), que es el mejor alimento de las plantas en general y del césped. Este concepto es conservacionista, porque se le devuelve al suelo lo que las plantas han extraído de él... las lombrices y otros habitantes del suelo harán el resto para trasformarlo en nutrientes. Al cortar con bolsa o rastrillarlo, se quita todo este abono, el suelo se empobrece y sería necesario el agregado de nitrógeno en forma de fertilizante químico. Este manejo, junto con la protección de todos los insectos benéficos, le va a asegurar tener un jardín pacífico, donde sus hijos y mascotas puedan retozar sin peligro.

 10 consejos de siembra

1) Puntear el suelo para asegurar un buen drenaje.

2) Rastrillar para hacerlo mullido y con la topografía deseada.

3) El césped más resistente es el de festuca.

 4) Multiplicar por el coeficiente 0,0065 los metros cuadrados.

5) Humedecer y sembrar al voleo.

 6) Fertilizar con nitrógeno, como quien agrega sal a la comida.

 7) Tapar la semilla con rastrillo o una capa de aserrín de álamo.

8) Regar varias veces por día para evitar voladuras. 9) Al mes, realizar el primer corte.

10) Regar diariamente y cortar semanalmente.



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