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Mario Puzo publicó en 1969 “El padrino”, una atrapante novela sobre la mafia, la corrupción, la violencia y hasta el honor y, más adelante, otros exitosos libros y guiones cinematográficos. Si viviera –falleció en 1999– y se enterara de la “mafia de los medicamentos” en la Argentina, probablemente elucubraría una obra con ingredientes similares y verídicos (aquí alguien la estaría hilvanando).
En el país se vendieron fármacos robados, adulterados o que debían entregarse gratuitamente –por disposición del Ministerio de Salud de la Nación– a pacientes oncológicos, hemofílicos, con HIV y otras enfermedades crónicas. El principal sospechoso sigue siendo Néstor Oscar Lorenzo, propietario de la droguería San Javier y del laboratorio Multipharma, comprometido en la década del 90 con las ventas de leche en mal estado para planes sociales, causa que prescribió.Bautizado por Graciela Ocaña, ex titular de la citada cartera, como el “Yabrán de los medicamentos”, Lorenzo fue detenido y luego liberado por el juez federal Norberto Oyarbide, en el marco de la investigación sobre la provisión de esos productos a obras sociales. También fue citado a declarar en la causa –¿conexa?– de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, quienes el 13 de agosto de 2008 aparecieron acribillados, presumiblemente por un ajuste de cuentas por el tráfico de efedrina, en un descampado de General Rodríguez (provincia de Buenos Aires). Forza (Bairesmed) y Ferrón (Farmagroup) suministraron medicamentos a la Obra Social Bancaria (Osba) y el primero de ellos había sido denunciado ante el Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) por la venta de adulterados. Pese a sus complicaciones financieras, Forza donó 200.000 pesos en el 2007 para la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), como consta en un informe del Frente para la Victoria (FpV). Allí también aparecieron, con 160.000, Ariel Vilán, socio de Forza, quien se suicidó; con 376.000, Carlos Horacio Torres, presidente de Multipharma y socio de San Javier, y con 325.000 César Pose, ex agente de la SIDE y allegado a Lorenzo. Si Torres y Pose lavaron dinero sucio de esa manera es materia de investigación de la Unidad de Información Financiera (UIF). Lorenzo le habría ofrecido a Alberto Costa, cuando éste era subsecretario de Control Sanitario bonaerense, proveer a la provincia del remedio contra el virus H1N1 (gripe A) y reservarle un porcentaje de las ganancias... Como Oyarbide obtuvo escuchas telefónicas comprometedoras para ambos, Costa fue desplazado por el gobernador Daniel Scioli a pedido de Claudio Zin, ministro de Salud.Héctor Capaccioli, “recaudador” de aquella campaña presidencial, fue titular de la Superintendencia de Seguros de Salud (SSS) desde el 2003 hasta el 12 de octubre de 2008, cuando lo echó la todavía ministra Ocaña después de denunciarlo por irregularidades, en especial en el reparto de partidas de la Administración de Programas Especiales (APE) –dependía de él– para tratamientos de alta complejidad. En esa gestión de la SSS, como gerente general estaba Néstor Vázquez, presunto nexo entre el kirchnerismo y los “proveedores de la salud” aportantes al FpV.A Capaccioli lo investigan dos magistrados federales: Ariel Lijo, por el lavado de dinero en la campaña, y Oyarbide, por los adulterados.El “derecho de cobro” sobre los subsidios a la Asociación Bancaria (AB) otorgados por la APE fue cedido a San Javier en el 2004. El mismo gremio, en otro momento, conformó un fideicomiso a través del cual operó con Lorenzo. Juan José Zanola, secretario general de la AB desde hace 24 años y presidente de la Osba, siguió contratando a San Javier, no obstante las denuncias de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat); el Ministerio de Salud de la Nación y la Defensoría del Pueblo de la Nación.Oyarbide declaró que Zanola “surge altamente comprometido en base a toda la prueba” en las ventas de remedios adulterados, vencidos o inexistentes que podrían ser la cáscara de una red de lavado de dinero. Igualmente comprometida estaría su mujer Paula Avallay, que condujo la Osba. Asimismo, Oyarbide previó indagar a Lorenzo y Costa y “expandir hacia otras obras sociales” la investigación. Mientras aguardaba que avanzara su recusación a Oyarbide, compartida con Avallay, Zanola afirmó ser “totalmente inocente” y sentirse víctima de una “violenta campaña mediática” y de “un complot”. Aunque Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, admitió el 10 del actual que “puede que hubiese existido” algún aporte a la campaña de la “mafia de los medicamentos”, negó que fuera de Lorenzo y reveló que la instrucción de CFK fue “llegar hasta donde sea necesario”. Al intervenirse la Osba, se verificó que San Javier tenía una oficina y un depósito de medicamentos en el bastante desmantelado Policlínico Bancario. Pedro Ferrara, nombrado interventor, dijo que encontró una situación “más que grave” y que la farmacia del policlínico era “una zona franca”. En el allanamiento de la Cooperativa de Crédito, Vivienda y Consumo Vernet, el 9 del actual, se encontraron papeles comprometedores para Lorenzo, que Oyarbide estudia al igual que la documentación secuestrada en otras tres cooperativas.Luis Horacio Comparatore, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5, criticó a los organismos de contralor del Estado y solicitó “tanto al gobierno nacional como al de la provincia de Buenos Aires, a través de sus carteras de Salud”, que informaran las características de los fármacos secuestrados, los laboratorios que los producen y las droguerías que los distribuyen. Hasta pidió investigar si en la adulteración actuó una “asociación ilícita” y si Zanola fue “integrante” o su “jefe u organizador”.El gobierno ordenó una investigación administrativa para establecer qué otras prestadoras médicas manejadas por los gremios tenían contratos con los proveedores de truchos y auditorías preventivas en seis de ellas. Ricardo Bellagio, a cargo de la SSS, a su vez, envió una circular a las casi 300 obras sociales bajo su control para averiguar si compraron en las droguerías sospechadas. Carlos Fernández, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (CFA), estimó que “circulan en la Argentina unos 50 millones de unidades de medicamentos ilegítimos, cuya calidad es imposible de certificar”. Explicó que significan riesgos porque “quien compra un medicamento en un quiosco, un supermercado, una estación de servicio o una feria franca no conoce su origen”. Desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (Ukra) consideraron esas opiniones como parte de “una campaña agraviante y perjudicial que deja muy malparados a los comercios”. La cátedra de Farmacología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires advirtió, en abril último, que 21.800 personas mueren anualmente por el uso incorrecto de remedios y en distintos ámbitos profesionales coincidieron en que la publicidad y la promoción por los medios masivos de comunicación aumenta la automedicación irresponsable y el uso irracional. La presidenta envió al Senado un proyecto de ley para regular la venta de remedios (y el expendio y control de la venta de bebidas alcohólicas) sin que nadie se animara a citar que un proyecto parecido se encuentra en el Senado, tras su aprobación por Diputados el año pasado. Entre otras, las provincias de Río Negro, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos prohibieron la venta fuera de las farmacias, pero algunas todavía no reglamentaron las normas. Por otra parte, existen más proyectos para castigar la falsificación o adulteración.Para Zin “es muy posible que el 10% de los medicamentos que circulan en el país sea falsificado”, pero aún no respondió a las presentaciones del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires contra “las mafias que adulteran remedios”. Por supuesto, existe una actividad legal. La CFA calculó en el primer cuatrimestre del año que se vendían 17.349 medicamentos, contando todas sus presentaciones, de los cuales 14.676 requerían prescripciones y 2.671 no. La facturación de las 75 empresas que constituyen el núcleo de la industria durante el segundo trimestre del 2009 trepó el 24,2% frente a igual período del 2008, sin incluir el impuesto al valor agregado (IVA) y de acuerdo con los precios mayoristas a la salida de los laboratorios, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El relevamiento cubrió del 85 al 90% de la facturación (abarcó suplementos dietarios, cosméticos y lentes intraoculares, entre otros productos) y el 100% de los principales grupos de medicamentos para uso humano. En dicho lapso subieron el 22,4% las ventas locales (producción más importaciones listas para su uso o que sólo requieren fraccionamiento local) y el 46,7% las exportaciones. (Ver aparte)Exportaciones récord por u$s 627,8 millones en el 2008
Como consecuencia del incremento de los precios del 18,7% en promedio y un alza en la cantidad de productos del 3,4%, las exportaciones argentinas de productos farmacéuticos llegaron al récord de 627,8 millones de dólares en el 2008, o sea que subieron el 22,5%, según la consultora IES.Al mismo tiempo, la Argentina importó medicamentos y materias primas farmacéuticas por 1.140,7 millones durante el año pasado, con una suba del 21,5% respecto del 2007.El principal comprador –al igual que en el 2007– fue Brasil, con el 17,1%, seguido por Venezuela, con el 10%; Uruguay, con el 9,6%; Canadá, con el 9,3%; Colombia, con el 6,2%, y Chile, con el 5,3%.En el 2008 las importaciones sumaron 1.140,7 millones de dólares, con una suba del 21,5% respecto del 2007 atribuida a los mayores precios promedios y al volumen de medicamentos importados (5,9% sobre el 2007).El resultado comercial del año pasado fue negativo en 512,9 millones, un 20,3% superior al del 2007. ExportaPymes señaló que las ventas al exterior superaron los 161 millones de dólares en el primer trimestre del año, lo que representa un alza del 27% respecto de idéntico período del 2008. Para el resto del año pronosticó una tendencia sostenida, de acuerdo con las estimaciones de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinas (Caeme), que nuclea a los laboratorios extranjeros; el Centro Industrial Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala).Los siete mercados líderes fueron Brasil, Venezuela, Uruguay, Canadá, Colombia, Chile y México, que en conjunto concentraron el 62% de las exportaciones totales. En los últimos años se diversificaron los destinos, destacándose Líbano, Tailandia, China, Letonia y Rusia.Las importaciones, por su parte, crecieron el 15,7% entre enero y marzo inclusive del 2009 y el aumento en el 2008 respecto del 2007 había sido del 21,5%, lo que significó una mejora en la balanza comercial.