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Ante una nueva puja distributiva
Crece la presión por el reparto de una "torta" mucho más pequeña que la del año pasado.

El escenario es políticamente complejo. Exportadoras, productores y trabajadores pujan por la distribución de los ingresos generados por el sistema. Y en el medio de este conflicto de intereses el gobierno provincial, partido en dos en el tema frutícola.

? Por un lado, los empresarios -la mayor parte de ellos de viaje en Rusia y Europa- aseguran que la temporada ya está cerrada y que se llegó a un acuerdo con la mayoría de los productores. Para ellos, posibles conflictos por los precios serían sólo hechos marginales. Ya se está pensando en la próxima cosecha y, con algunas estadísticas de sus operadores en carpeta, analizarán los adelantos de dinero para que los productores puedan cumplir con los trabajos culturales de sus explotaciones.

? Por el lado de los chacareros no todo está cerrado. Aducen que se entregaron en promedio a la fecha 0,15 dólares por kilo de fruta llegada al galpón y que este valor está muy lejos de los costos de producción que están manejando. Las cámaras más conflictivas amenazan con fuertes protestas y consideran que no es justo que "se socialicen los malos resultados de una temporada negativa y no así los de buenos años".

? Los trabajadores rurales, por su parte, están solicitando desde hace ya varias semanas una recomposición salarial. Exigen que se les reconozca la zona desfavorable en sus haberes, tal como sucede con otras actividades de la región.

? Desde el gobierno provincial no existe un discurso único sobre el tema. Por un lado el gobernador Miguel Saiz aseguró días atrás en una reunión que mantuvo en Viedma con los empresarios ligados a la actividad que iba a hacer todo lo posible para que Nación terminara de bajar las retenciones a las exportaciones de fruta. Pero, por otro lado, el vicegobernador Mendioroz está negociando con el Ejecutivo nacional para que suban las retenciones a aquellas empresas que no cumplan con el pago de 0,29 dólares por kilo entregado por los productores.

Con este panorama entre los distintos actores queda claro que la temporada todavía "no está cerrada". Los trabajadores rurales están esperando una respuesta a sus reclamos y ésta llegará de la mano de un aumento de sus salarios. Resta definir cuál será ese porcentaje. Y, tras este acuerdo, llegará el reclamo de los otros gremios del sector.

Todo indica que la torta de ingresos se achicó drásticamente esta temporada y nadie quiere ceder la parte de lo que el año pasado recibió. Aunque pareciera que será sobre los productores que recaerá la mayor proporción del ajuste de esta temporada.

Para algunos, es tiempo de rever algunos aspectos del actual esquema comercial que hoy controla el sistema frutícola en el Valle.

(Redacción Central)



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