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Muchos pequeños inversores que tienen un puñado de dólares ahorrados están esperando para que los valores de las propiedades bajen y luego comprar, dejando esos fondos a largo plazo en ladrillos. Sin embargo, la crisis hipotecaria, que se inició en el segundo semestre del año pasado y que sepultó los precios de las viviendas en Estados Unidos y Europa, no golpeó en el mercado argentino como se esperaba. Existieron algunas correcciones, pero los valores del metro cuadrado en los lugares bien ubicados se mantuvieron inalterados pese a que las operaciones inmobiliarias se desplomaron en los últimos meses.
En el "II Encuentro de Líderes", organizado por el diario "El Cronista", los desarrolladores tuvieron la palabra y pronosticaron, en el largo plazo, subas de los precios en inmuebles. Issel Kiperszmid (titular de Dypsa), Jorge Cruces (gerente del área de Real Estate de IRSA) y Eduardo Gutiérrez (presidente del Grupo Farallón) coincidieron en que, si bien en el corto y mediano plazos la tendencia "será estable", ya más avanzado el 2010 los valores ascenderán. "Tenemos que pensar que los precios no se redujeron durante la crisis, por lo que ya es muy difícil suponer que lo harán durante los próximos meses. La cantidad de escrituraciones cayó más del 30% en el último mes, pero de todos modos las cotizaciones se mantuvieron estables", precisó Kiperszmid.
Para los expositores del seminario, en la Argentina los precios del metro cuadrado no se ajustaron porque aquí no hubo una burbuja, como sí ocurrió en otras partes del mundo, entre ellas Estados Unidos. En cuanto a los nichos dónde apostar, los desarrolladores apuntan a los centros comerciales y los edificios de oficinas; la hotelería de cuatro estrellas y los shoppings, y las oficinas y al negocio del retail. Ninguno de los empresarios mencionó nuevos emprendimientos habitacionales (departamentos), por lo que se considera que la oferta en el mercado está satisfecha. Otra señal para interpretar que los precios difícilmente puedan bajar.
Javier Lojo