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Chile tropezó a tiempo
El 2-2 con Venezuela, antes de Brasil, lo devolvió a tierra.

Tras enredar un empate a dos con Venezuela en casa, la selección chilena pasó en un segundo de la euforia a la angustia ante el complejo calendario que la espera en las tres fechas finales de las eliminatorias para al Mundial de Sudáfrica 2010. Y la dura recta final comenzará con su visita a Brasil el miércoles.

Chile esperaba ganar ante la "vinotinto" para sumar 29 puntos y quedar a nueve unidades de la zona de repechaje y a un empate del paso directo al Mundial. Sin embargo, la "roja" quedó con 27 puntos y con dos visitas peligrosas ante Brasil (30) y Colombia (20), además de un cierre complejo ante Ecuador (20) en Santiago.

Dos derrotas seguidas en Salvador de Bahía y Bogotá podrían obligar a Chile a dirimir su clasificación ante Ecuador, que visita a Bolivia y recibe a Uruguay antes de recalar en Santiago. Por eso, la desazón de los chilenos fue total. "Nos vamos tristes porque era un partido accesible, ganable, y lo perdimos por errores nuestros", confesó el arquero Claudio Bravo, capitán del equipo.

"No podemos pensar que está todo perdido. Quedan tres partidos y seguiremos luchando hasta el final", agregó el volante creativo Jorge Valdivia, quien tuvo en sus pies el triunfo ante Venezuela.

Consciente de las complicaciones, el técnico de Chile, el argentino Marcelo Bielsa, prometió atacar a Brasil en su casa con al menos dos delanteros y dos volantes ofensivos. "Vamos a intentar atacar más que defender, tratar de tener la pelota más que correr detrás de ella intentando recuperarla. Lo que no vamos a hacer es salir a especular", dijo.

Lo que le espera

Pero no todo es tan oscuro. Brasil, tras su victoria 3-1 ante Argentina, perdió a tres jugadores clave por acumulación de tarjetas amarillas: Kaká, Luisao y Luis Fabiano. Un respiro para Chile. La prensa, que rebosaba optimismo antes del duelo con Venezuela, insistió hoy en que las ilusiones están intactas, pero admitió que el equipo está herido y cabizbajo ante el panorama que se avecina.

"Nada, nunca, ha sido sencillo para el fútbol chileno. Sufrimiento tras sufrimiento. ¿Por qué, entonces, la historia habría de cambiar de un momento a otro?", sostuvo el diario El Mercurio.

Bielsa, que quería "amarrar" la clasificación ante Venezuela, justamente quería evitar que la presión final jugara contra un equipo que añoraba la cima de las eliminatorias y que ahora enfrenta sus peores fantasmas.



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