La producción de gas y petróleo se desploma a tasas anuales promedio significativas, pero lo más dramático es el derrumbe que muestran las reservas comprobadas en la provincia: con caídas del 61% en petróleo y del 60% para el gas durante el período 1999-2009. Los datos suministrados por la Secretaría de Energía señalan asimismo que, a nivel nacional, la retracción que se observa en las reservas comprobadas son del 18% y 46% respectivamente. Es decir caen a una menor tasa, aunque también importante, respecto de Neuquén. De estas sencillas estadísticas se pueden obtener algunas conclusiones. En Neuquén hay gas para sólo siete añosDe no existir inversiones y con los ritmos actuales de extracción, la oferta del fluido alcanzará sus mínimos. El petróleo, con las reservas comprobadas a la fecha, está aún más comprometido. - La participación de la cuenca neuquina en la producción futura del país se desploma tal cual ya lo vienen adelantando las estadísticas del último decenio.- Las prometidas inversiones anunciadas a partir del 2003 por el gobierno nacional, en complicidad con el sector privado, no se concretaron. O, como mínimo, nunca llegaron los fondos comprometidos.- El fisco de Neuquén desde el 2003 a la fecha perdió algo más de 3.200 millones de dólares (dos presupuestos provinciales) por la intervención que realizó el Estado sobre los mercados de exportación e interno.- Hay reservas probadas en la cuenca regional para sólo 7,4 años de explotación para el gas y cerca de 6 para el petróleo. A principios de la década pasada, este indicador reflejaba un promedio de 18 años para ambos productos. - Toda esta situación compromete a la actual y futuras administraciones ya que las regalías representan una proporción muy importante del gasto presupuestario de la provincia. ¿Cómo llegamos a esto? Está claro que la fuerte caída que se está observando en la actividad hidrocarburífera no es un problema sólo del Neuquén.La continuas políticas desacertadas del gobierno central a partir del 2003 determinaron que las inversiones se paralizaran. El gas y el petróleo mantuvieron su inercia de producción, pero al no existir inversiones para nuevas exploraciones, la oferta comenzó a mermar y las reservas probadas se están desplomando en forma preocupante.En estas mismas páginas, hace sólo un par de meses, se adelantaba que importantes empresas multinacionales ligadas a la actividad habían tomado la decisión de salir en forma “ordenada” del país ya que no les resultaba atractivo invertir en la Argentina.La decisión está tomada y difícilmente tenga vuelta atrás.Las estadísticas son más que elocuentes: en 1988 las empresas realizaron 103 pozos exploratorios en todo el país; en 1998 bajaron 75 y el año pasado se hicieron sólo 39 pozos.Influye sensiblemente en esta reducción del esfuerzo exploratorio el comportamiento declinante que muestra la empresa YPF, que hacia el 2005 perforaba anualmente 14 pozos exploratorios (25% del total). Pero hacia el 2007 su participación en el esfuerzo de exploración cayó aún más ya que perforaba 5 pozos, es decir apenas el 11% de la exploración de ese año en todo el país. Este mínimo esfuerzo de 5 pozos exploratorios por YPF se ha ido repitiendo durante el 2008 y esta mitad del 2009. Recordemos que en la actualidad YPF aporta el 35% de la producción total de petróleo y el 27% del gas, mientras que en los noventa aportaba el 43% del petróleo y el 35% del gas, esta merma en la importancia de YPF como productor se explica por la drástica disminución que se observa en su esfuerzo exploratorio y, en consecuencia, de inversiones. Este escenario, más complejo aún, se observa en la cuenca neuquina con muchos anuncios de YPF, pero pocos aportes reales de inversión. El escaso y declinante esfuerzo exploratorio termina siendo el talón de Aquiles de nuestro sector energético.
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