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Jornada de Arbolado Urbano en Chos Malal | ||
Después de una pausa de 20 años, la provincia del Neuquén vuelve a dar un lugar destacado al árbol en la ciudad.
Como dice el dicho criollo ... “si es de ley, hay de volver” ... y volvieron nomás. Esta vez se llamaron “Primeras Jornadas de Arbolado Urbano Zona Norte Provincia del Neuquén”.En realidad son la continuidad de aquellas que, con el empuje y simpatía de la recordada ingeniera Diana Isasi de Porley y la prolijidad y constancia del ingeniero Blas López Cepero comenzaron en Neuquén capital en 1984 y continuaron en San Martín de los Andes (1985), Andacollo y Huinganco (1986), Cutral Co y Plaza Huincul (1987), Aluminé (1989) y nuevamente Andacollo (1990).La pausa de 20 años no fue obstáculo para que en el Cine Municipal “Pedro Secundino Peri”, de Chos Malal, participara un entusiasta público formado por intendentes, representantes de los concejos deliberantes y referentes municipales de doce localidades de la zona norte del Neuquén, sin dejar de mencionar a docentes de escuelas primarias y secundarias. Todo bajo la organización de la Dirección General Regional Norte del Área Forestal, dependiente del ministerio de Desarrollo Territorial del Neuquén. El objetivo fue volver a poner en valor un recurso de uso público que brinda importantes servicios y beneficios a todas aquellas localidades.Las palabras de apertura y bienvenida estuvieron a cargo del intendente de Chos Malal, profesor Carlos Lator. También hicieron uso de la palabra el subsecretario de Desarrollo Económico, ingeniero agrónomo Javier Van Houtte y el subsecretario de Desarrollo Municipal. ingeniero Alfredo Rodríguez. DESARROLLO Blas López Cepero, este veterano de muchas luchas en beneficio del arbolado urbano realizó una síntesis de las jornadas anteriores, señaló las dificultades pasadas y dejó un mensaje optimista para este nuevo ciclo que desde ahora se reanuda. En nombre de los anfitriones el ingeniero Matías Fariña, coordinador forestal Zona Norte, hizo una reseña de los problemas más relevantes de la zona y de las líneas de trabajo y marco organizativo para encarar la planificación y mejoramiento del arbolado urbano de las localidades, para lo que se cuenta con el importante trabajo del vivero de Chos Malal.Finalmente me tocó a mí hacer una breve descripción de las especies que usamos en el Alto Valle, sus virtudes y defectos, haciendo hincapié en que el árbol perfecto no existe. También dejé a los participantes una lista de árboles altos, medianos y bajos especialmente seleccionados por su aptitud de resistir condiciones de aridez, aspecto que personalmente creo muy importante para el futuro, en vista de que el agua será un recurso cada vez más escaso.Se concluyó con un trabajo de todos los asistentes para definir las fortalezas y debilidades en cada localidad y se solicitó a la comisión organizadora continuar por un nuevo período, agregándosele representantes de distintos municipios para organizar las segundas jornadas.La sensación general y la imagen que me he traído de esa zona tan especial, es que existe la voluntad y las personas para lograr ser un polo demostrativo de lo que se puede hacer en beneficio de la salud física y psíquica de las poblaciones a través de un ser tan noble como es el árbol, como compañero cotidiano.Destaco el esfuerzo de Belén, Monica y Tadeo. Gracias a todos.
Teodorico Hildebrandt eljardin@rionegro.com.ar |
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