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Los vapores del subsuelo neuquino
Dos empresas se interesaron en la central térmica, que precisará la producción de cinco pozos.

nte la permanente baja de reservas de petróleo y gas, la provincia de Neuquén avanza en el desarrollo fuentes alternativas de energía. Dos grupos empresarios se han mostrado interesados en desarrollar el emprendimiento geotérmico de Copahue, que supone la instalación de una central de 30 megavatios (MW) de potencia con una inversión que oscilará entre los 70 y 80 millones de dólares.

Dos de las tres empresas que compraron pliegos se presentaron en esta primera etapa: Pampa Energía SA y el Grupo Minero Aconcagua SA. Ambos aparecen asociados con grupos internacionales con amplia experiencia en minería y energía. No han hecho ofertas económicas ya que por el momento se trata de confirmar las reservas ya detectadas por la provincia y tratar de ampliarlas.

Según explicó el vicepresidente de la Agencia para la Promoción y Desarrollo de Inversiones del Neuquén (ADI-NQN), Luis Galardi, "para generar 30 MW hace falta producir 30 toneladas de vapor por hora. Lo esperable es que cada pozo aporte alrededor de 50 toneladas, por lo que harían falta cinco pozos. A eso hay que agregarle un pozo de reinyección para derivar los excesos de fluidos que sobran en el circuito".

Cuando se realice la licitación -que no tiene previsto aporte financiero alguno por parte del Estado- el ganador deberá construir una línea de alta tensión hasta Ñorquín, el punto más próximo de conexión al sistema eléctrico provincial. Al EPEN le correspondería cerrar el anillo norte con otra línea de 60 kilómetros entre ese punto y Chos Malal, para lo cual -según Galardi- habría que invertir entre 6 y 8 millones de dólares.

El vicepresidente de ADI-NQN es optimista en cuanto a las ventajas competitivas del proyecto por varias razones. La primera es que el riesgo -la geotérmica es la única energía que tiene riesgo minero- es bastante atenuado. Además, hay una población cercana como Caviahue con accesos asfaltados y, por su experiencia petrolera, Neuquén ya tiene una plataforma logística que permite a las empresas disponer de todos los servicios y de personal calificado. La calidad del recurso es óptima. Se trata de un yacimiento de vapor dominante, es decir sin presencia de agua, lo que evita el costoso proceso de separación.

También se puede contabilizar como una ventaja que los pozos que se han perforado hasta el momento son de los denominados "petisos". Y a menor profundidad, menor es el gasto. En Chile, por ejemplo, donde también se está explorando en busca de este recurso, para llevar una máquina perforadora hay que remitirse a Punta Arenas, lo que encarece notablemente los costos.

Éste no es el único atractivo. Al tratarse de energía "nueva", los futuros operadores de la central podrán insertarse en el sistema de Energía Plus. Allí no hay precios de referencia pero tampoco existen los topes actuales. "Esto quiere decir -dice Galardi- que puede pactar un precio nuevo con los compradores de la energía".

La inversión necesaria para la planta y la línea de alta tensión fue estimada en un primero momento en 60 millones de dólares, pero Galardi considera que "si se tienen que tomar los valores típicos tendríamos que hablar de 10 ó 20 millones más. Pero la coyuntura será fundamental para saber cuál es el nivel de riesgo país en ese momento y las tasas que se conseguirán para el financiamiento".

Galardi dijo que es difícil estimar la cantidad de mano de obra que se empleará, pero consideró "que toda la actividad de servicios a movilizar ya es importante. En el manejo de la misma no habrá tanta gente ya que son operadas de manera remota, pero sí habrá empleo en las tareas de campo como control de pozos y cañerías".

Antecedentes

La potencialidad geotérmica de Copahue se comenzó a estudiar en 1973. Se hizo un estudio de factibilidad en conjunto con la Agencia de Cooperación Internacional (JICA) para una planta de 30 MW y se construyó la central piloto (primera en Sudamérica) que fue inaugurada en 1988 por el ex presidente Raúl Alfonsín. Los estudios indicaron que con esa potencia se garantizaba la estabilidad del recurso, ya que la geotérmica es renovable siempre y cuando el recurso sea explotado racionalmente. El vicepresidente de ADI-NQN cree que el horizonte de reservas puede crecer. "De hecho, la línea de alta tensión a construirse tendrá capacidad para transportar 90 MW, previendo que en el futuro se pueda ampliar al potencia de la planta", dijo.

Estudios similares se hicieron en la zona de Domuyo durante 1982 a 1984 y sus conclusiones dejan traslucir que se estaría en presencia de un yacimiento tal vez más importante que el de Copahue. Pero para confirmarlo se necesitan inversiones que no bajen de los 10 a 15 millones de dólares. Galardi confirmó que ya hay interés concreto de grupos mineros para explorar y obtener lar reservas que se presumen.



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