-Hay peligro de guerra regional?

-Sí, porque Colombia entró en territorio ecuatoriano el año pasado, porque la relación entre Venezuela y Colombia tiene altibajos pero es tensa y Uribe dice abiertamente que quiere evitar la expansión del chavismo. No se puede tomar a la ligera el uso de estas bases en Colombia.

-Uribe lo da como un hecho...

-Es verdad, la gran pregunta es qué podrán hacer Argentina y la Unasur. Hay una oposición bastante grande hacia la política colombiana de tejer una relación tan estrecha con EE. UU. El tema de fondo es que los colombianos dicen que podrán controlar el trabajo de los norteamericanos en esas bases. Lo que dice el resto es que no van a poder.

-¿Y el tema de la inmunidad de las tropas estadounidenses?

-Va a ser un tema central en esta discusión, las tropas estadounidenses pueden salir a atacar, cometer actos ilegales y no ser juzgadas por tribunales colombianos. El acuerdo les da autonomía, ya sea por un accidente de tránsito, por entrar en otro país o por cometer una masacre, por ejemplo.

-Desde el punto de vista geopolítico algunos dicen que en realidad esta movida apunta más a Brasil que a Venezuela o Chávez?

-No comparto; uno de los objetivos es evitar la expansión del chavismo, la corriente chavista, como la denominan ellos. El golpe de Estado en Honduras tiene que ver con esto, con cortar la expansión chavista, desde esta visión. La presencia militar de soldados norteamericanos es concordante con esta visión.

-¿Hay paralelo entre el acuerdo Colombia-EE. UU. y el de Venezuela-Rusia?

-No, hay una gran diferencia. En el caso de Venezuela y Rusia, es un acuerdo estrictamente militar; en el caso de Colombia es la llegada de soldados y una fuerte inversión en dinero en las bases colombianas.

(*) Sociólogo y analista internacional.Conduce "Visión 7 Internacional", en ATC. Ha escrito libros sobre Medio Oriente, Nicaragua y Al Qaeda, entre otros.