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Bob se dice Elan
Elan Atias no nació en Jamaica ni es negro. Pero es la voz de The Wailers, que viene a Neuquén.

VERÓNICA BONACCHI

vbonacchi@rionegro.com.ar

 

Elan Atias tiene mucho a su favor. Aunque no es negro. Ni jamaiquino. Aunque no usa rastas. Aunque -incluso- sólo tenía seis años cuando el creador de The Wailers, Bob Marley, moría y dejaba un enorme vacío en el mundo reggae. Aun con todo eso, este chico nacido en Los Ángeles de una madre marroquí y un padre israelí, con su look Che Guevara es el nuevo Bob Marley. Y lo lleva bien.

Cada vez que The Wailers vuelve a los escenarios con él detrás del micrófono las críticas son unánimes: su voz tiene un registro muy parecido al de Bob. Y eso es mucho. Mucho decir. Algo que podrá comprobar el público local cuando el 19 de setiembre la banda se presente en el Ruca Che de Neuquén para celebrar el 30º aniversario de "Exodus".

De todos modos, él no se lo cree. "Yo amo a Bob y todo lo que hizo. Pero no estoy tratando de ser él en ningún sentido", dice. Y habrá que creerle.

Eso aunque, además, muchos confundieron las canciones que él mismo escribió con material inédito de Marley. Pero él insiste. No se lo cree. "La verdad es que yo canto desde mi corazón y mi alma, y me encanta la música. No sería capaz de cantar esto si no fuera fiel a mí mismo. Y aquí hay una historia: cuando nos presentamos con la banda en 1997, algunos del público se acercaron a a preguntar cuándo íbamos a sacar material nuevo. ´¿Pero no oyeron las tres nuevas canciones?´, les pregunté. Y me respondieron: ´Pensábamos que eran las canciones inéditas de Wailers´. Eso sí fue un gran cumplido".

Ahora Elan está en Los Ángeles ensayando con la banda que sólo tiene un miembro de los originales, de los de 1968: Aston "The Family Man" Barnett, el hombre que tocó con Bob y el mismo que decidió sumar a Elan a su colectivo. Pero eso tiene su historia. Y Elan, del otro lado de la línea telefónica, lo cuenta con simpleza, mezclando a veces su inglés con un poco de castellano definitivamente aprendido con los inmigrantes de Los Ángeles ("Ahorita estamos ensayando", dice antes de largarse con el inglés).

"Entré a The Wailers en 1996. Yo conocía al guitarrista de la banda, Al Anderson, y estábamos trabajando en un demo. Al tocó mis temas para Family Man y él me llevó a la banda. Ésa no sólo fue mi primera vez en un estudio sino mi primera vez en una banda. No lo podía creer", cuenta él.

-Nada mal como comienzo...

-No, para nada (se ríe). Yo estoy muy agradecido. Es sorprendente trabajar con una banda con la que uno creció y que siempre amó. Pero, además, me siento muy afortunado, muy feliz por hacer lo que amo. Porque, además de que me encanta cantar, yo realmente creo en el mensaje, en el sentido de las letras, en la vibración que producen.

-Desde 1968 han pasado varios músicos por The Wailers y el mundo que describían también cambió. ¿Qué es hoy The Wailers?

-Es la música y el mensaje. El mensaje de las letras es mucho más grande que cualquier integrante de The Wailers. Hubo muchos Wailers desde 1968, pero todos, en todos estos años, mantuvieron el mensaje andando y el movimiento del reggae. Es por eso que a todo el mundo le gusta esta música y hace treinta años que existe. Eso es The Wailers. Y el mensaje se mantiene intacto. Siempre. The Wailers es la voz de la gente, de toda la gente del mundo y para toda la gente.



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