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La idea es conmoverse

Sobre 480 hectáreas de piedras y cuchillas se levanta un complejo hotelero impresionante.

 

8 kilómetros de La Barra, sobre una de esas bellísimas ondulaciones del campo uruguayo se estrena Las Piedras Villas & Hotel Fasano Punta del Este, un proyecto residencial-hotelero que tendrá 205 villas de lujo y 20 bungalows para alquilar. Sobre 480 hectáreas paradisíacas poblada de piedras y cuchillas, el flamante resort estrena lobby y bar y está en proceso de desarrollo el resto del complejo que incluirá también canchas de fútbol, tenis, polo, centro hípico, spa y boat house sobre el río Maldonado.El elegido para diseñar este proyecto es el arquitecto Isey Weinfeld, uno de los más talentosos del Brasil y autor también del Fasano paulista (el de Río lleva el sello de Philippe Stark). Personaje exótico, este hijo de polacos nacido en San Pablo en 1952  cultiva a la par de la arquitectura su otra pasión, el cine: ha escrito y dirigido más de 14 cortometrajes junto con su colega Marcio Kogan. Cultor de un perfil bajo, Weinfeld cosechó a lo largo de treinta años varios premios nacionales e internacionales. En su currículum figuran viviendas, edificios comerciales, bancos, agencias de publicidad, hoteles, tiendas, restaurantes, tanto en Brasil como en el exterior.“Mi estilo es no tener estilo”, es una frase que lo define de pies a cabeza y se entiende repasando sus obras que pueden desplegar desde un minimalismo conmovedor hasta el estilo campestre uruguayo que aquí desplegó de la mano de Rogerio Fasano.El lobby y lounge funciona en la vieja casa de Martín Braun, antiguo propietario del campo. Construida en 1930, se mantuvo su estructura original (conservaron las paredes que miden hasta un metro de ancho) y reformaron pisos y techos. El objetivo fue imprimirle a la ambientación una identidad de casa de campo sumamente cálida y exquisita. Para lograrlo se trabajó con materiales nobles y muebles de estreno y otros vintage, comprados en mercadillos del Uruguay o importados de la Argentina. Cuando uno pone pie en esta casa, se encontrará con un equilibrado uso de maderas autóctonas, géneros naturales como linos, arpilleras y algodones. Sobre los pisos, descansan alfombras de lana teñidas a mano, otras de piel y baúles antiguos. Se diseñó una importante biblioteca con literatura latinoamericana exclusivamente.El restaurante, a unos metros de la vivienda principal, fue armado dentro de la casa de huéspedes, del año 2000, que está metida literalmente dentro de la piedra. Allí también se recurrió a la ambientación con muebles de segunda mano. En algún momento, Weinfeld dijo que el lujo son los espacios que “te hacen tomar una inhalación profunda, que te asombran, que te hacen pensar, que te conmueven” y esto es precisamente lo que ha logrado en este nuevo emprendimiento donde la naturaleza y la arquitectura te quitan el aliento.Por ello se imponía conocerlo en este suple de arquitectura.

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