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\"Fue algo increíble\"
A Villagra se le cruzaron caballos y atropelló a uno. Piloto y navegante la sacaron regalada.

Federico Villagra la sacó barata en el incidente que protagonizó cuando negociaba el segundo tramo de la "Manzana", el clásico de Ruta 6-Defensa Catini. El cordobés, quien largada primero por liderar el certamen, esquivó a un caballo, pero se llevó puesto a otro del lado de su navgeante Diego Curletto.

El "Coyote" perdió más de 30 segundos por el golpe que daño mucho la parte delantera de su Mitsubishi, pero igual pudo llegar hasta el final y después realizar el tramo de Cervantes, donde tuvo que sofocar un principio de incendio en su auto.

A pesar de todas las penurias pudieron llegar al parque de asistencia, donde su equipo reparó como pudo, con muchos precintos y cintas, las partes dañadas del auto.

"Fue increíble, veníamos en quinta a fondo y me encuentro con caballos, no sé cuantos, yo ví dos. Le pego a uno de lleno, se levanta por el aire y me pega en el parabrisas, luego en el guadabarros trasero. La verdad tuvimos suerte de no tener ni Diego ni yo algún golpe, fue terrible", comentó el "Coyote", quien a pesar del susto no tuvo quejas contra los organizadores por el incidente que le tocó vivir.

En la segunda parte de la primera etapa, empezó una espectacular recuperación que lo llevó del octavo al segundo lugar, pero se quemó un fusible y tuvo que abandonar.

No fue el único que tuvo problemas, porque de movida hubo algunos que anduvieron a los tumbos.

Es que los que esperaban un comienzo duro para la "Manzana" no se equivocaron. Diez participantes no pudieron completar el primer tramo, el de Rotonda Aeropuerto-Aeropuerto de Roca. Dos se dieron vuelta, aunque sin consecuencia.

El primero que volcó fue el cordobés Ezequiel Campos, que siguió pero un problema de temperatura lo obligó a abandonar cuando recién empezaba a entrar en ritmo.

Después se pegó el brasileño Daniel Oliveira, quien tumbó a su Subaru, por lo que tampoco pudo seguir la prueba, aunque su auto no sufrió daños de importancia, al menos visibles, porque enseguida fue llevado al parque de asistencia ubicado en los boxes del autódromo roquense.

Sin dudas, la dureza de los caminos se hizo sentir, tal vez como pocas veces antes en la "Manzana".

Muchos de los que tuvieron problemas trabajaron contra el tiempo para poder reparar los autos y encarar la segunda etapa, por lo que fue casi como una prueba contra el reloj el trabajo de los equipos para dejar todo en condiciones.



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