>
\"The Tudors\" se oscurece
A la historia real de Enrique VIII no le falta nada. Y desde este domingo, se le suman  más intriga y romance.

Las sombras comienzan a caer en la vida de Enrique VIII y en "The Tudors", serie de la que el domingo próximo el canal de cable People+Arts estrenará la tercera temporada.

Las dos anteriores -que ya están en DVD- mostraban al segundo rey de la dinastía que fundó Enrique VII como un joven impulsivo que mezclaba política y amores sin demasiados problemas en el marco de una escenografía preciosista, exteriores imponentes y un vestuario fastuoso. Una puesta estética adecuada para una serie basada en hechos históricos pero no apegada a la historia punto por punto. Muchos de los acontecimientos de los que fue protagonista quedaron perdidos en una trama casi de telenovela para la que la leyenda del monarca que es recordado por haber tenido seis esposas es ideal.

Para llegar a la tercera entrega ya pasaron dos esposas, un divorcio -con Catalina de Aragón- que provocó el enfrentamiento con la Iglesia Católica de Roma y un segundo casamiento que terminó condenando a la que fue su amada a la muerte por alta traición.

La segunda temporada finalizó con la decapitación de Ana Bolena y la tercera comienza con Enrique preparando su casamiento con Jane Seygmour. Ella será en gran parte el eje de la producción de Peace Arch Entertainment este año, aun cuando no esté en pantalla.

Pero Jane no será la única mujer que entre en la vida de Enrique en los ocho capítulos de la serie, aunque sí la más importante porque fue quien le dio la felicidad de tener el heredero que tanto anhelaba y el dolor más profundo cuando falleció a pocos días del parto. Con su muerte el rey cae en un período de oscuridad que sirve también para mostrar su paso a la madurez.

La tercera temporada tendrá más de política que de romance y pasiones. Las decepciones de Enrique VIII no serán sólo amorosas: deberá enfrentar la revuelta de la "Peregrinación de Gracia" en la que sus súbditos católicos romanos le pedían frenar el saqueo a los monasterios y la cabeza de Thomas Cromwell, quien vivía su momento de gloria.

El monarca viudo intenta combinar un nuevo matrimonio con la conveniencia política y los intereses de sus cortesanos comienzan a aflorar. En una maniobra equivocada para forzar la alianza con los príncipes alemanes Cromwell impulsa un casamiento con Ana de Cleves, que no tendrá buen resultado ni para la reina ni para el secretario del Sello Real.

Comienza el tiempo de la decadencia del rey, que va perdiendo la juventud y sufre los dolores de una vieja herida que no llega a sanar nunca. Y se reafirma la calidad actoral de Jonathan Rhys-Meyers, que frena sus desbordes por una interpretación más contenida, a la medida del personaje.

La tercera temporada ofrece la oportunidad de sumarse a los fans de una producción de alta calidad antes de su final en la cuarta entrega y las últimas dos esposas.

 

silvina fernández
sfernandez@rionegro.com.ar



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí