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Tiburón hambriento
Michael Phelps silenció las críticas con cinco medallas de oro en el Mundial de Roma. Estados Unidos quedó bien arriba en el medallero.

Estados Unidos demostró una vez más que es el país más poderoso de la natación tras su triunfo en el medallero del Mundial de Roma, que se cerró este domingo con la victoria de su prodigio Michael Phelps, ganador de su sexta medalla, la quinta de oro, en el relevo 4x100 estilos.

Un total de 43 plusmarcas mundiales se quebraron en la piscina del Foro Itálico, un "récord de récords", a causa de los trajes de baño ciento por ciento de poliuretano, que quedarán prohibidos a partir del 1 de enero de 2010, cuando los nadadores deberán saltar a la pileta con "vestimenta" de tela.

El mejor nadador de todos los tiempos, Phelps, no estuvo lejos de lograr otro Grand Slam personal, tras obtener cinco oros (tres relevos y 100m y 200m mariposa).

Luego de un año pos-olímpico complicado, el ganador de ocho oros en Pekín-2008 fue derrotado únicamente por el joven alemán Paul Biedermann en los 200m libre.

Phelps también protagonizó una carrera para el infarto ante el serbio Milorad Cavic en los 100m mariposa, revancha de los Juegos-2008 y tal vez la más bonita de la semana. Desde 2001, el ´Tiburón de Baltimore´ obtuvo un total de 25 títulos mundiales, 13 de ellos individuales.

Además de la titánica tarea del paulista César Cielo (ver aparte), verdugo de monstruos como el francés Alain Bernard, la que dio la nota fue la sirena italiana Federica Pellegrini, ídolo del público antes de saltar al Foro Itálico y mucho más después de ganar los 200m y 400m libre, con registro mundial en ambas pruebas.

Alemania también tuvo sus estrellas. Revelación de este Mundial, el joven Paul Biedermann hizo ruido al destronar al rey Michael Phelps en los 200m libre y quitarle el récord. Antes, avisó con su consagración en los 400m libre.

Su compatriota Britta Steffen, un año después de concretar el doblete 50-100m en Pekín-2008, volvió a repetir en el Mundial romano con dos plusmarcas mundiales.

El evento también dejó un par de datos interesantes: China sigue en alza y Australia cotiza a la baja, mientras Estados Unidos es un valor constante, en la cima.

Los norteamericanos se llevaron en las pruebas de nado 22 medallas, diez de ellas de oro, y ganaron con comodidad este medallero, manteniendo su supremacía desde 2003. Por su parte, los chinos, que se zambulleron con todo a la piscina después de los Juegos Olímpicos de Pekín, se quedaron con el tercer lugar con igual cantidad de oros que el segundo Alemania, aunque un poco menos de platas (4 contra 2).

Hace falta remontarse a 1994, también en Roma, para ver a China en un papel tan importante en la clasificación.

En cambio, Australia, impedida de contar con sus mejores valores, cedió su usual segundo puesto para terminar en el cuarto lugar, fuera del podio, con 16 medallas, tres de oro, en lo que significa su peor resultado en los últimos 15 años.



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