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El comercio electrónico crece por la incidencia de la gripe A (H1N1)
Difieren las estimaciones sobre las pérdidas que provocaría la pandemia en el país. El peor pronóstico indica, hasta ahora, que treparían a 20.000 millones de pesos, por lo que equivaldrían al 2% del PIB.
Una de las situaciones desafortunadas en la Argentina ha sido “una combinación, un cóctel que no recomendamos los epidemiólogos, es que se mezclen las pandemias –como la de la gripe A (H1N1)– con los procesos electorales”, opinó la compatriota Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Tras el forzado recambio de la titularidad del Ministerio de Salud de la Nación, “casualmente” después de los comicios del 28 de junio pasado, y el reemplazo de Graciela Ocaña por el cuestionado Juan Luis Manzur, este último estimó en más de 100.000 los afectados desde que se conoció el primer caso, en abril de este año, pero nada comentó sobre el ocultamiento de datos de la mortalidad antes de las elecciones.Con semejantes números provocó el enojo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien a su vez no se refirió al cálculo del infectólogo Daniel Stamboulian de que la gripe A (H1N1) perjudicó del 10% al 20% de la población, probablemente a más de tres millones de personas.Las consecuencias económicas de lo ocurrido se notaron en la menor afluencia de personas a restaurantes, bares, hoteles, shoppings, centros turísticos, espectáculos y actividades deportivas (no fue el caso del fútbol).No se tuvo en cuenta la experiencia de México, donde desde un primer momento y durante pocos días cerraron prácticamente todos los comercios, con excepciones como supermercados y farmacias. Las pérdidas en el país serían, como mínimo, de 6.000 millones de pesos, adelantó la consultora Orlando Ferreres y Asociados.En tanto, en el estudio de Miguel Bein llegaron a 4.594 millones en los primeros 15 días de desencadenada la calamidad y alcanzaron al 27% de los sectores económicos.Posteriormente, se pronosticaron otros totales: unos 20.000 millones, que equivaldrían al 2% del Producto Interno Bruto (PIB).Al turismo, por su parte, le costaría 2.500 millones de dólares. En cuanto a los costos de los tratamientos antivirales, trascendió que por cada dosis (10 comprimidos) el gobierno nacional pagaría 89 pesos. Conviene no olvidar la desaceleración económica comprobada desde comienzos del 2009, principalmente por las menores ventas de electrodomésticos, indumentaria y calzado, en tanto se mantuvieron las de alimentos, bebidas, artículos de tocador y cosméticos. Más adelante aparecieron los temores a la gripe y numerosas personas dejaron de concurrir a lugares públicos y utilizaron aproximadamente un 30% más los canales de ventas “on line” (entre el 30% y el 40% las cadenas de súper e hipermercados, sumando las transacciones telefónicas, aparte de que durante días, recientemente, registraron colapsos en sus sitios web por alcanzarse la cantidad máxima permitida de usuarios conectados simultáneamente). Según la consultora Enrique Carrier y Asociados, hay unas 120.000 familias que adquieren en tales cadenas por internet (y 2 millones los usuarios que operan “on line”).MercadoLibre.com.ar, líder del sitio de compras y ventas por internet en América Latina, junto con la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), presentaron en mayo del 2006 la guía “Compre con tranquilidad por internet”, con consejos para navegar y adquirir en forma segura.Entonces se indicó que la tecnología ofrecía sitios muy seguros y que parte de los inconvenientes no se vinculaba con los sistemas o las bases de datos, sino con el desconocimiento u errores cometidos por los usuarios, como dejar claves a la vista, compartir informaciones bancarias y otras sensibles.Como principales recomendaciones se indicaron: operar sólo en sitios reconocidos; verificar la reputación de la persona o la firma y el uso de una tecnología de respaldo, y que las cuentas hacia las que se dirigen los depósitos bancarios pertenecen a los vendedores.La CACE organizó jornadas con empresas acerca de cómo vender en internet y cuáles pueden ser las estrategias más efectivas. E-bit, por ejemplo, ofrece servicios a las firmas sobre los servicios direccionados y actúa como consultora para los compradores. En el 2007 se hicieron operaciones por 20.000 millones de pesos, de acuerdo con la CACE, que midió el volumen de los negocios pactados por internet, celulares y cajeros automáticos. En tanto, en el 2008, se estimó un crecimiento del 60%, quizás hasta 32.000 millones, pese a las incertidumbres reflejadas en determinadas actividades. Un estudio de Visa, difundido por la revista “América Economía”, destacó en el 2008 que sólo el 5,2% de la población argentina compraba por internet, lejos del 12% logrado por algunas naciones latinoamericanas, por lo que la oferta local seguía siendo reducida.La confianza se mantiene como el principal desafío, por los temores de los usuarios a revelar datos de sus tarjetas de crédito o confiar otros a los portales. “Para combatirlo, es necesario que desde las mismas empresas se comuniquen las medidas de seguridad que utilizan y que se haga hincapié en los comprobantes”, recomendó el Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico (ILCE).Las grandes empresas ya no dudan si tienen o no que vender por internet y las pequeñas y medianas (pymes) y los emprendedores fortalecieron allí su presencia. Más allá de lo que viene ocurriendo, Marcos Pueyrredón, tesorero de la CACE, pronosticó una mayor oferta de bienes y servicios por esa vía y la expansión de las conexiones de banda ancha, con lo cual habrá “un incremento del nivel de transacciones de comercio electrónico superior al 40%”. Antes de la pandemia, lo que más se vendía eran los productos tecnológicos (celulares, informática, electrónica, cámaras, consolas y accesorios para vehículos) y crecía lo vinculado con la moda, salud y belleza. La CACE calculó que más de 11 millones de argentinos consultaba la web antes de comprar productos o servicios. Además, se preveía que el e-commerce movería este año el equivalente a casi 1.000 millones de dólares.Pueyrredón recomendó aprovechar la capacidad que ofrece internet para incorporar productos o servicios en todo lugar que permita realizar ventas o publicidad, los cuales pueden ser:* Mercados transaccionales o de subastas, como Mercadolibre, Masoportunidades y Ebay. * “Comparadores” de precios, entre los que se encuentran Buscape, Livra y Confronte.* Shoppings virtuales verticales o portales de valor agregado, como, por ejemplo, Compremoslonuestro y Saltastore.Surgieron, asimismo, recomendaciones para centrar la atención en los actuales clientes, mediante promociones y newsletters que contribuyan a fidelizarlos. Desde la CACE sugirieron, obviamente, que las personas o empresas interesadas en desarrollar negocios por internet se capaciten y asesoren en cursos, talleres y especializaciones en negocios electrónicos. 

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